La Catedral Nueva de Salamanca ha sido escenario de una eucaristía en acción de gracias por el inicio del pontificado del papa León XIV. La celebración, presidida por el obispo diocesano, Monseñor José Luis Retana, reunió a numerosos fieles, sacerdotes, religiosos y representantes de la comunidad diocesana, en un clima de comunión, alegría y oración compartida.

La misa fue un signo visible de la unión de la Iglesia de Salamanca con el nuevo pontífice, Robert Francis Prevost, elegido el pasado 8 de mayo y que ha asumido el nombre de León XIV, convirtiéndose en el 267 sucesor de san Pedro.

Durante la eucaristía se elevó una oración especial por el ministerio del nuevo papa, para que, sostenido por el amor de Dios, guíe a la Iglesia en la unidad, la fe y el servicio. En su homilía, el obispo Retana recordó las palabras pronunciadas por el papa León XIV en su misa de inicio de pontificado: "Vengo a ustedes como un hermano que quiere hacerse siervo de su fe y de su alegría".

La comunidad diocesana acogió con esperanza el lema elegido por el nuevo pontífice -In Illo uno unum ('En el único Cristo, somos uno')-, que expresa su deseo de una Iglesia unida y reconciliada, capaz de ser fermento de paz para el mundo.

Con esta celebración, la Iglesia de Salamanca se une plenamente a este nuevo tiempo de gracia para la Iglesia universal, confiando a Dios la misión del Santo Padre y renovando su compromiso de caminar juntos en comunión.