La Diócesis de Salamanca celebrará este domingo, 25 de mayo, a las 18:30 horas, el Via Lucis de la Esperanza frente al Complejo Asistencial Universitario, como signo público de cercanía, luz y consuelo hacia quienes viven la fragilidad de la enfermedad. Esta celebración, que será presidida por el obispo diocesano, Monseñor José Luis Retana, se enmarca dentro del Jubileo de la Esperanza 2025.

El acto contará con la presencia de las imágenes del Resucitado, de la Cofradía de la Vera Cruz, y de la Virgen del Consuelo, del propio hospital. Será el cierre de la Semana de Oración ante el Resucitado del Jubileo de los Enfermos, iniciada el pasado 17 de mayo en la capilla del Hospital salmantino, donde cada tarde distintos grupos y movimientos diocesanos han guiado la oración a las 18:30 horas.

El Año Jubilar de la Esperanza, convocado por el papa Francisco mediante la bula Spes non confundit, invita a toda la Iglesia a hacer del Jubileo "un tiempo de esperanza, reconciliación y renovación espiritual". El pontífice destaca especialmente a los enfermos como "destinatarios privilegiados de ese anuncio", recordando que "los signos de los tiempos requieren ser transformados en signos de esperanza".

En una carta dirigida a la comunidad diocesana, el vicario de Pastoral y coordinador de la Comisión para el Jubileo, Andrés González, expresa: "Nos sentimos llamados a ser portadores de luz y consuelo, especialmente hacia quienes viven situaciones de fragilidad, como nuestros hermanos enfermos y ancianos", a quienes define como "testigos de fe, paciencia y esperanza".

Asimismo, destaca que participar en esta oración frente al hospital "es un modo concreto de vivir el Jubileo, haciendo presente la misericordia y la luz del Resucitado en uno de los lugares donde la esperanza se hace más necesaria".

El vicario anima a toda la comunidad eclesial -parroquias, comunidades religiosas, movimientos, delegaciones diocesanas, hermandades, cofradías, profesores de Religión, trabajadores de Cáritas- a unirse al Via Lucis de este domingo, junto a los enfermos y quienes los acompañan "en la cruz del sufrimiento y del dolor". "Juntos, hagamos de este encuentro pascual una oportunidad para profundizar en la fe, activar nuestra caridad y anunciar y construir la esperanza", concluye.