La alianza petrolera OPEP+, liderada por Arabia Saudí y Rusia, acordó este sábado aumentar en 411.000 barriles diarios (bd) su producción de crudo a partir del 1 de junio. La medida, adoptada durante una reunión virtual, marca el segundo incremento consecutivo de esta magnitud, tras una subida similar en mayo.

El aumento proviene de ocho países del grupo —Arabia Saudí, Rusia, Irak, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Kazajistán, Argelia y Omán— que ya habían anunciado ajustes voluntarios adicionales en 2023. Según el comunicado oficial de la OPEP, esta decisión se basa en "los sólidos fundamentos del mercado", entre ellos los bajos niveles actuales de inventarios de petróleo.

Esta política representa un giro respecto a la estrategia anterior de la OPEP+, que preveía incrementos graduales de unos 137.000 bd al mes durante 18 meses desde abril. Con los ajustes anunciados en abril, mayo y ahora junio, el grupo habrá aumentado su producción en 959.000 bd, casi la mitad del objetivo total, en solo tres meses.

La inesperada aceleración ha provocado una reacción negativa en los mercados. El precio del barril de Brent cayó un 15 % en abril y cerró el viernes en 61,29 dólares, mientras que el WTI estadounidense se ubicó en 58,11 dólares, con una pérdida semanal cercana al 8 %.

Analistas apuntan a que Arabia Saudí podría estar utilizando esta estrategia para ejercer presión sobre otros socios como Kazajistán e Irak, incentivándolos a cumplir con sus cuotas. A la vez, la OPEP se muestra confiada en una recuperación de la demanda durante el verano del hemisferio norte.

Cabe destacar que en enero, el presidente estadounidense Donald Trump ya había instado a la OPEP a reducir los precios del petróleo para ayudar a controlar la inflación.

Los ministros de los ocho países involucrados volverán a reunirse el 1 de junio para definir la estrategia de producción correspondiente a julio.