"Era un punto clave". De esa manera certificaba Daniel Llácer la necesidad de volver a tener un partido sin encajar goles en contra. Era obligatorio, más aún después de los problemas defensivos de un inicio de curso donde los minutos finales han sido el mayor miedo del equipo. 

Unionistas se plantó en el campo del Arenteiro con la misión de ir recuperando sensaciones defensivas y lo logró. El cuadro salmantino acumulaba cuatro jornadas seguidas encajando goles, ocho en cuatro partidos donde cayeron por 1-2 contra la Cultural y Deportiva Leonesa y tres empates ante el Ourense CF (2-2), el CD Lugo (1-1) y la SD Amorebieta (3-3). 

Antes de dicha racha, Unionistas logró un empate a cero en Balaídos en su visita al Celta Fortuna. Fue el pasado 21 de septiembre y desde entonces en cada partido había tenido que recoger el balón de su portería en al menos una ocasión. Este viernes volvió a disfrutar de un empate sin goles, falló la puntería propia, pero el marcador sirvió para espantar los fantasmas y demostrar que se sabe sufrir en los instantes finales de los encuentros.

Una segunda fecha sin goles encajado, la segunda en diez jornadas tras un comienzo de curso donde los charros han marcado 13 goles y han encajado la misma cantidad. Partidos a tumba abierta donde los del Reina Sofía han demostrado su ímpetu ofensivo, pero donde los problemas defensivos también han estado presentes y han lastrado sus números.