El plan para reabrir la puerta de la muralla cegada desde hace dos siglos da un nuevo paso. El proyecto turístico y arqueológico estaría culminado a primeros de 2025, según las estimaciones municipales.

El portillo estaba en la cerca medieval que discurre por el paseo de San Vicente, junto al colegio mayor Hernán Cortés y enfrente de los hospitales, y se clausuró durante la Guerra de Independencia contra los franceses que ocupaban Salamanca. 

Una vez reabierto el acceso se colocarán una rampa en zigzag y una escalera para salvar el desnivel hasta lo alto del cerro, donde está el parque arquológico de la ciudad, y se adecentarán los restos de la muralla que lo bordean. 

El proyecto obtuvo todos los permisos el pasado mes de diciembre y ahora toca ejecutarlo. El Consistorio cuenta con 475.000 euros, aportados por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, para contratar a una empresa que se encargue de las obras, de ocho meses de duración estimada. En el mejor de los casos, y dado que el contrato aún no se ha firmado, la restauración terminaría durante el primer tercio de 2025.

El objetivo último es convertir el Cerro de San Vicente, la 'cuna de Salamanca', en un "nuevo espacio cultural de relevancia de la ciudad", según recoge la documentación municipal.

Este proyecto, añaden, cumple varios "hitos y objetivos" del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que lo financia. Entre ellos, la mejora de la sostenibilidad del sector turístico salmantino, la "transición verde" porque el Cerro de San Vicente es "un gran espacio verde" en el centro histórico, la "desconcentración urbana" porque se desplaza el eje del turismo hacia nuevos entornos de la capital y la "diversificación" de la oferta para los visitantes, entre otros logros.