Óscar Rodríguez fallecía el pasado año siendo hermano mayor de la Archicofradía del Rosario a los 47 años, tras una larga etapa conviviendo con una enfermedad, pero dejando tras de sí una intensísima estela de trabajo en el mundo cofrade.

Ante esto, la Junta de Semana Santa junto a la Cofradía Penitencial del Rosario (Archicofradía del Rosario) y en colaboración con las Cofradías, Hermandades y Congregaciones de la Ciudad, ha solicitado al Ayuntamiento de Salamanca un homenaje permanente en uno de sus rincones favoritos, la Calle Jesús, "que gracias a él se ha convertido en una travesía fundamental en el paso procesional de la Cofradía Penitencial del Rosario".

Desde su muerte, su familia y amigos han recibido innumerables muestras de cariño y respeto. Fue por este sentimiento de tristeza común, por el cual un grupo de hermanos deciden que una figura como la de Óscar debería tener un reconocimiento en la ciudad por la que tanto hizo en el mundo de la Semana Santa y sus cofradías.

Se parte de la idea de realizar, a modo de in memoriam, en la Calle Jesús un retrato de Óscar junto a una cartela que índique su nombre, fecha de nacimiento y el recuerdo por el cual se realiza el homenaje. "Se realizaría en pintura o impresión, en color sangre de toro emulando los 'vitor' de la Universidad de Salamanca".

"Deja un gran legado y una huella inquebrantable en la Semana Santa de su ciudad"

"Estaría sufragado mediante donativos", por lo cual no supone ningún coste para el Ayuntamiento de Salamanca. Partimos del conocimiento de la existencia de un gran apoyo hacia esta iniciativa, tanto por el alcalde, Carlos García Carbayo, como numerosos hermanos y cofrades de la ciudad salmantina. Es por esto por lo cual rogamos se tenga en consideración nuestro proyecto.

Cabe recordar que, Óscar Rodríguez junto a su padre Felipe, creció ligado a la Semana Santa Salmantina, entrando a formar parte de su querida Hermandad Dominicana, donde creció como persona humilde, trabajadora, comprometida y al servicio de los demás. "Así es como todos le conocíamos y del que tanto hemos aprendido".

"Para todos, Óscar y la Semana Santa Salmantina se han convertido en un binomio inherente"

Basó su vida en los pilares que su padre, familia, trabajo en el oficio de la carpintería y ebanistería y la propia Semana Santa le otorgaron, siendo siempre fiel a ellos. Sus dotes en el trabajo de la madera y su relación con los Padres Dominicos le llevaron a trabajar en la que siempre fue su segunda casa: el Convento de San Esteban. "Arregló, restauró y aumentó el Patrimonio Material de los padres Dominicos, haciendo una gran labor de conservación de uno de los grandes patrimonios Salmantinos".

En el año 2009, junto a otros hermanos, tomó las riendas de la reorganización de nuestra querida Archicofradía del Rosario. "Una corporación dominicana datada en el siglo XVI que nunca cesó su actividad y que fue el principal baluarte en su vida cofrade. Desde ella luchó por la Semana Santa, formando un grupo humano y cristiano bajo la Fe de María Santísima Madre De Dios del Rosario, trabajando y luchando por su incorporación a la nómina de cofradías penitenciales con un ambicioso proyecto, revolucionario y notable, para engrandecer la Semana Santa de su querida Salamanca".

Dotó a la cofradía de su ideario, de su aspiración, "inculcó los valores de Nuestro Señor a todos los que se acercaban a Contemplar a Cristo a través de los ojos de María Madre De Dios del Rosario. Expandió su nombre, ayudó a los más necesitados y confió Ó 2 hasta el final en el proyecto de su vida, contagiando a todos de su ilusión y sentimiento, pese a que las fuerzas decayeran más de una vez".

"Para todos, Óscar y la Semana Santa Salmantina se han convertido en un binomio inherente. Su humildad y el servicio a los demás son ejemplo de los mayores valores defendidos por el Cristianismo".

Destaca su papel en los distintos cargos ocupados, entre los que destacan ser promotor de la primera cuadrilla de Hermanos Costaleros de Castilla y León, capataz de la primera cuadrilla de costaleros de la Cofradía de la Preciosa Sangre de Peñaranda, custodio de la Hermandad Dominicana, Mayordomo y Hermano Mayor de la Archicofradía del Rosario.

Como capataz, asumió la responsabilidad de marcar un 'hito' en la Salamanca del costal, y sembró la semilla más importante para el futuro de las cofradías, a través de los jóvenes costaleros. Fue guía de los primeros costaleros en la ciudad en la Archicofradía del Rosario y en la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Despojado.

"Su ideario, conocimiento y gusto por la Semana Santa Salmantina le llevó a ser referente en nuestra ciudad. Gran parte del Patrimonio procesional de nuestras hermandades llevan la firma de Óscar. Destacan el paso procesional de María Nuestra Madre de la Hermandad del Cristo del Amor y de La Paz, el paso del Santísimo Cristo de la Buena Muerte de la Hermandad Dominicana, el paso procesional de la Archicofradía del Rosario, la Cruz Arbórea del Cristo de la Buena Muerte, los faroles del Nazareno de la Vera Cruz, el paso de Nuestra Señora de la Encarnación del Arrabal, el paso procesional 3 de Nuestro Padre Jesús de Medinaceli de la localidad de Peñaranda, y un largo etcétera que hacen de Óscar un referente y maestro en nuestra ciudad y en nuestra Semana Santa".

Durante muchos años, participó en el movimiento 'Fe y Luz' junto a los mayores tesoros de su vida, su mujer y sus tres hijos, que tanto le idolatran. Su afán por dotar a Salamanca de una Semana Santa personal, referente en el panorama nacional, que permanezca en continuo crecimiento y confraternización, le llevaron a fundar la 'Asociación de Capataces Costaleros y Hermanos de Paso Madre De Dios del Rosario', donde consiguió agrupar a hermanos de carga, Hermanos Mayores, capataces de pasos procesionales y un gran número de personas "de abajo". Instauró coloquios, jornadas de formación y estableció un galardón al Cofrade, Costalero y Capataz del año, en el cual valoraba no sólo la técnica, sino el valor y la calidad humana, el carisma y la humildad del mundo de los pasos procesionales. Valores que siempre predicó.

Cómo se ha expuesto, Óscar deja un gran legado y una huella inquebrantable en la Semana Santa de su ciudad natal, no solo en su proyecto en la Archicofradía del Rosario, sino en toda su Semana de Pasión.