El Instituto Nacional de Ciberseguridad, con sede en León, brindó ayuda a un profesor de un centro escolar que contactó com ellos tras detectar que algunos de sus alumnos estaban utilizando los ordenadores del aula para acceder a páginas web con contenidos violentos y pornográficos, tal y como descubrió en el historial de navegación del equipo tras el desarrollo de una actividad extraescolar en la que los menores usaban los ordenadores.

Tras conocer estos hechos, el centro educativo contactó con los padres de los chavales y con la empresa encargada de la actividad extraescolar. También acudió al Incibe para solicitar asesoramiento legal e información sobre cómo proceder para restringir el acceso a ciertas páginas.

Incibe explicó que los centros educativos tienen la obligación de disponer de medidas de seguridad que garanticen la privacidad y confidencialidad de los alumnos y docentes, pero también una correcta educación digital a sus alumnos.

Por ello, les recomendaron utilizar herramientas de filtrado de contenidos web en el centro mediante DNS, que permite bloquear el contenido perjudicial modificando los registros de los servidores y cambiando los que vienen por defecto por unas direcciones públicas que cuenten ya con filtros parentales.

Además, a nivel psicoeducativo, Incibe les sugirió hablar con los alumnos implicados para trasladarles la preocupación de que accedan a ese tipo de contenidos inadecuados para su edad y las consecuencias que pueden tener para su desarrollo.