La noche de Lunes Santo en Salamanca es sinónimo de Cristo de los Doctrinos y más después de una larga espera tras no poder desfilar en el año 2022 por la lluvia y los dos anteriores por la pandemia

La cofradía más antigua de la capital charra abrió la procesión a las 21:07 horas para salir a la calle como siempre de forma hábil y utilizando las poleas para hasta cruzar esas puertas bajar con su crucificado, talla anónima del siglo XVII, y la Virgen de la Amargura, obra escultórica de Pedro Hernández del año 1615, para procesionar en una noche típica de la primavera en Salamanca, fresca pero agradable. Desfile entre miles de salmantinos que guardaron solemne respeto y silencio al paso de la Vera Cruz.

Muy esperada este año la salida, una de las más complicadas y espectaculares de la historia. La Virgen, que se ha podido ver con la nueva corona que en 2022 no pudo lucir por las calles de Salamanca por la lluvia, pasea vestida con una nueva saya, elaborada a manos de los profesionales de 'Bordados Modes'. Se trata de un árbol que evoca al de Jesé, representando pasajes del Antiguo Testamento.

Elevada sobre una nueva peana que une el orbe terrestre y la nube celeste, este año se muestra una fase inicial de la estructura que por ahora no está terminada. La cargan las mujeres jóvenes, al ir tan alta lleva un mecanismo para descender. Una vez fuera se vuelve a subir.

Este cambio se realizará a lo largo de dos años, por ahora sólo se ha estrenado la saya, las velas y los candelabros, que representan las cuatro palabras de María en los Evangelios.