El Ayuntamiento de Salamanca mira de reojo al Lunes de Aguas del próximo 17 de abril. Los llamamientos en redes sociales a desplazarse hasta Salamanca para celebrar esta festividad, incluso con viajes organizados en autobús desde Zamora y Valladolid, han empujado al Consistorio a "monitorizar" las redes sociales en previsión de que la afluencia de gente pueda dispararse y haya que adoptar medidas extraordinarias.

En principio el dispositivo de seguridad será similar al de otros años, con más vigilancia policial en los parques y las zonas verdes, pero llegado el caso se reforzará: "si fuera necesario, si se estima una presencia mucho mayor de gente, se tomarán más medidas" de seguridad, "las que sean necesarias", explican.

El tema de la seguridad durante el Lunes de Aguas, de hecho, salió también a colación en la reunión de ayer de la Junta de Seguridad Local, integrada por representantes de la Subdelegación del Gobierno, la Junta y el Ayuntamiento, además de las fuerzas policiales. Se planteó cómo abordarlo "ante la previsión de aumento del número de visitantes en las celebraciones de este año que puedan derivar en aglomeraciones en zonas de la ribera del Tormes de la capital", explican desde la Subdelegación. Los objetivos que persiguen todas las autoridades son los mismos: la "mayor seguridad" posible para los asistentes y que "incida en el menor grado posible en el normal desarrollo de la actividad cotidiana del resto de la ciudadanía".

El Lunes de Aguas es una fiesta con un fuerte componente familiar y que suele vivirse al aire libre, pero también hay quien la encara como si fuera un macrobotellón, a pesar de que está prohibido consumir alcohol en la vía pública. El Ayuntamiento no puede impedir la entrada o salida de gente de la ciudad, pero sí velar para que no se beba en la calle ni haya peleas.