Ayer se consumó lo que todo el mundo sospechaba desde hacía meses: que en 2022 no íbamos a tener Festival Internacional de las Artes de Castilla y León (Fàcyl). De la primera edición en 2005, con seis millones de euros de presupuesto y Guy Martini en la dirección, pasamos al Facyl postpandemia de 2021, con las actividades concentradas en cinco días de octubre y 400.000 euros de recurso presupuestario y, finalmente, a 2022 y a la no celebración del evento. 17 años más tarde y con un marcado declive a sus espaldas, el Festival de las Artes se queda por el camino.

El runrún comenzó ya en septiembre. Desde el Ayuntamiento dejaban caer que no sabían nada de la edición de 2022 y se preguntaban a qué esperaba la consejería de Cultura, capitaneada por Vox, para presentar la programación, cerrar fechas para reservas escenarios, etc. Estaba la 'excusa' de la pandemia (las ediciones de 2020 y 2021 se pospusieron de junio a septiembre y octubre por ese motivo) y del cambio de equipos en la administración tras las elecciones, pero las declaraciones de algunos miembros de la Consejería afirmando que cuando llegaron al cargo no había nada preparado respecto al Facyl y que había que "replantear" el festival ante su "preocupante" trayectoria acabaron por hacer saltar las alarmas.

Actuación artística durante una edición del Fàcyl. (Foto: Ical)

A lo largo de octubre se sucedieron las manifestaciones de uno y otro lado. Las administraciones de Salamanca pedían a Cultura que se comprometiese e incluso que cediese la organización al Consistorio, pero desde la Consejería solicitaban tiempo, que era precisamente lo que no sobraba. Y entre medias, comentarios y rumores de que el programa de actividades podría incluirse zarzuelas, dado que Salamanca conmemora el nacimiento del músico Tomás Bretón, autor de varios libretos del 'género chico'.

El punto de inflexión definitivo llegó a primeros de noviembre, cuando Cultura habilitó un buzón de sugerencias en la web del Facyl "para que toda la población" pudiera "aportar ideas para el diseño y desarrollo del certamen" que llevasen a "revertir la situación que lleva atravesando el festival en los últimos años". No era una cancelación oficial, pero a buen entendedor... Pocos días después, por si quedaban dudas, el consejero Gonzalo Santonja, afirmaba ante la comisión de Economía y Hacienda que "por supuesto" habría Facyl en 2023, después de un tiempo de "reflexión". El festival, a su juicio, gozaba de "escaso prestigio" y había que replanteárselo.

Y desde entonces hasta fin de año, la nada. Después de las palabras del consejero todo el mundo dio por sentado que no habría Facyl y las 12 campanadas de Fin de Año certificaron que 2022 pasará a la pequeña historia de Salamanca como el año que nos quedamos sin Facyl. Veremos qué depara 2023.