Poco a poco han ido desapareciendo casi todos los escombros que se acumulaban a las puertas del antiguo hospital Clínico. Completamente vacío, sin ventanas ni puertas... y con el techo totalmente desmontado, así avanza este derribo que comenzó hace ya seis meses.

Atrás quedan aquellos años donde pacientes y familiares entraban y salían para recibir sus tratamientos o asistir a las consultas dando vida a lo que se reducirá a un solar. Según fuentes hospitalarias, la obra, que tenía un plazo de ejecución de seis a nueve meses se retrasará, al menos, "hasta verano de 2023". 

Hasta ahora, ha tenido lugar el achatarramiento y limpieza del recinto. La gran cantidad de amianto que ha aparecido al desarrollar esta labor ha retrasado la obra.

A lo largo de todo este tiempo hemos podido ver como se ha ido desescombrando poco a poco su interior y se han reunido todo tipo de utensilios como mesas, sillas, radiadores, estanterías, taquillas... Ahora la apariencia exterior de esta vieja infraestructura ha cambiado, ya no parece la misma.  

En estas imágenes a vista de pájaro, puede verse el tejado levantado y trozos de edificio ya derruidos. Ladrillos, hierros... Un aspecto muy diferente al que hasta ahora estábamos acostumbrados y que adelanta que esta obra sigue su curso para 'borrarlo' del mapa, pero no de nuestra memoria. 

Una vez finalice la obra, se podrá comenzar a cimentar el famoso edificio de consultas, un proyecto que ha sido ampliado. La dirección del Hospital transmitió la necesidad de ganar más espacio antes de empezar a construirlo y Sacyl ha decidido que lo hará con un sótano y una altura más.

Debido a la cercanía que existe con el nuevo Hospital, en el derribo del Clínico no se pueden utilizar explosivos. Para echar abajo el edificio se emplearán piquetas que irán destruyéndolo de una forma controlada.