El Programa Territorial de Fomento para la Reindustrialización de Béjar cuenta con una inversión global de nueve millones de euros, de los que siete los aporta la Junta, dos el Ayuntamiento y uno la Diputación Provincial. De ellos, tres millones se destinarán a actuaciones de mejora en la estación de esquí de La Covatilla.

Así lo trasladó el consejero de Economía y Hacienda y portavoz de la Junta, Carlos Fernández Carriedo, quien consideró que se trata de un plan "necesario, útil y consensuado" y desgranó que de los siete millones que destina la Junta a este plan desde 2018, tres son para un fondo de inversión, "ya en vigor y que ha concedido 2,9 millones en ayudas a empresas"; otros tres para La Covatilla que ya se reflejan en el proyecto de Presupuestos Generales de la Comunidad, "a la espera de que el Consistorio concrete las obras"; y, por último, otro millón más para las obras del laboratorio vinculado a la Universidad de Salamanca USAL, cuya instalación, dijo Carriedo, ha concluido ya la obra civil y parte del equipamiento ya "se está implantando de forma inmediata?."

En este sentido, apeló a la procuradora de UPL-Soria Ya Alicia Gallego, quien lanzó la pregunta, a observar que "no todos los problemas de Castilla y León están en León o Soria, sino que hay otras zonas con problemas. Cuando miran la parte pequeña de su territorio se olvidan de que hay otras zonas con problemas. Nosotros tratamos de cohesionar todo el territorio", dijo.

Al respecto, Gallego aseguró que la Junta y su grupo ven "el tema de forma totalmente distinta", algo que argumentó en que el objetivo del plan "era favorecer la reindustrialización de Béjar y la creación de empleo. No cumple ninguno de los objetivos y los datos de afiliación no mejoran", expuso, para informar de que la localidad, con 10.000 habitantes, tiene 400 afiliados menos que hace cuatro años y una tasa del 18 por ciento de paro, "el doble que Segovia o Burgos, con el nueve por ciento".

Igualmente, señaló que la consecuencia de esto es la emigración de bejaranos, con la pérdida de 2.000 vecinos en la última década y 5.000 desde hace 40 años. "Pedimos más implicación a la Junta, trabajo, que se arremanguen, porque todo las demás son paparruchas?, se despachó Gallego.