La Feria Taurina en honor a la Virgen de la Vega volvió a traer un cartel de lujo a Salamanca. Miguel Ángel Perera, Paco Ureña y Leo Valadez (que hacía su presentación) protagonizaron una de las corridas más esperadas para los aficionados. Los tres diestros se midieron con seis animales de nota de la ganadería de El Puerto de San Lorenzo y la Ventana del Puerto.

Los tendidos repletos de salmantinos y rostros conocidos, una tarde espléndida con temperaturas agradables para llegar a la cuarta de abono. Pasadas las 18.00 horas comenzó el paseíllo por La Glorieta, destellos de toreo en la arena para ver comenzar el festejo. 

Abrió la tarde 'Bonoloto', de 505 kilos de peso, herrado con el número 38 del hierro de 'La Ventana del Puerto'. Negro, listón, bajito de manos y brocho, metió bien la cara en el capote de Miguel Ángel Perera que lanceó a la verónica a pies juntos. Puyazo trasero y gran quite por chicuelinas dieron paso a un gran tercio de banderillas a cargo de la cuadrilla del extremeño que brindó al público.

Comenzó arrodillado para cuajar una tanda de derechazos para calentar La Glorieta y continuar así una labor de una técnica muy depurada. Conocedor de las querencias, distancias y alturas que requería el astado (limpieza y trazo largo y sin ningún enganchón), dejó claro Perera que es una de las muletas más poderosas del momento.

Un animal que pedía mucho tiempo por no sobrarle las fuerzas pero que tenia ritmo, colocaba muy bien la cara y derrochaba nobleza. Metido en la distancia corta donde este torero se siente tan agusto y domina tan bien se lo pasó varias veces rozando la taleguilla y terminó metido entre los pitones haciendo circulares que cortaban la respiración. 
Emborronó con los aceros una faena de premio seguro. Ovación. 

Buena faena de Perera al primero (Foto: Arai Santana)

Segundo de la tarde de nombre 'Cardifresco', de 520 kilos, herrado con el número 58, negro, rabilargo, badanudo, bizco del pitón izquierdo al que cuajó Paco Ureña sin probaturas a la verónica rematando con una revolera. Se empleó en la cabalgadura que montaba Pedro Iturralde que recetó un gran puyazo. Quite por gaoneras con mucha quietud y ajustadisimo.

Brindó el murciano a su apoderado y torero salmantino Juan Diego. Mucha verdad y disposición en el toreo de Ureña siempre bien colocado, con mucha verdad, echando la muleta hacia delante y tirando la moneda al aire ante un toro que humillaba en el inicio del muletazo pero se quedaba corto. Protestaba, salía cabeceando en cada muletazo y echando las manos por delante. El torero puso todo de su parte para construir una faena muy meritoria y no exenta de riesgos por las inciertas embestidas que no calaron en los tendidos. Resolvió de una estocada casi entera de efecto fulminante. Ovación. 

Ureña en el que abrió su lote (Foto: Arai Santana)

Hizo tercero 'Rayito', de 475 kilos, herrado con el número 50, negro, bonito de hechuras, cornidelantero al que paró a la verónica en los terrenos del 8 Leo Valadez para recibir un gran puyazo a cargo de Alberto Sandoval. Con el compás abierto en la misma boca de riego, dejó un quite por lopecinas que levantó al público de La Glorieta. El matador también se hizo cargo del tercio de rehiletes que hizo sonar la música clavando de poder a poder, dejándose llegar al toro y sacando las manos desde abajo.

Brindó al público para arrodillarse en los medios por molinetes y derechazos por el pitón derecho. Le cuajó varias tandas de trazo largo, ligadas y con mucha transmisión al compás de la trompeta de Vicente Ruiz 'El Soro'. No sucedió lo mismo al coger la muleta con la zurda en la que el toro se acostaba. Volvió a la mano derecha con el toro más apalanacado para rematar por una ajustadísimas bernardinas. Ganas, disposicion, valentía y firmeza del torero mejicano que en la suerte contraria recetó una estocada hasta los gavilanes. Oreja con leve petición de la segunda. Ovación al toro en el arrastre. 

Leo Valadez le cortó una oreja a su primero (Foto: Arai Santana)

El cuarto de la tarde, de nombre 'Relicario', de 486 kilos, herrado con el número 52, negro hondo, bajito de manos y de encornadura. Ligeramente tocado hacia arriba, lo paró Perera a la verónica a pies juntos y fue picado en los terrenos del 6. Por su fuerte codicia no dejó al caballo llegar a colocarse en suerte.

Complicó mucho el tercio de banderillas al no tener fijeza, resolvió la cuadrilla del extremeño de forma magistral. El toro cambió en la faena de muleta al quedarse solo con el matador, mejorando sus condiciones de fijeza y gran movilidad. Lo entendió Perera por su oficio y mando. Labor de grandes conocimientos y la virtud de exprimir a todos los animales sacando lo mejor de ellos. Terminó por meter en el canasto al cornúpeta que cada vez lo ponía más difícil. A base de tragar parones, le arrancó una faena muy meritoria y de mucha duración pisando terrenos en los que 'queman' los pies. Escuchó dos avisos y tuvo que dar dos descabellos después de dejar una estocada entera y caída. Fuerte petición de oreja y ovación. 

Fuerte petición de oreja y ovación para Perera (Foto: Arai Santana)

El penúltimo de la tarde de nombre 'Inspector', de 495 kilos, herrado con el número 37, cinqueño, negro, meano y bragado. El más serio de la tarde que metió bien la cara en el capote que mecía a la verónica Ureña. Apretó en el caballo y galopó en banderillas.

Brindó al público. El que posiblemente sea el mejor o uno de los mejores toros de la Feria 2022 por su ritmo, obediencia, prontitud, recorrido, humillación y transmisión fue cuajado por el murciano por ambos pitones en tandas ligadas, largas hondas y de mucha conexión con los tendidos. Puso a todo el mundo de acuerdo por la pureza del toreo caro y de verdad. Duró mucho el animal de 'La Ventana del Puerto' que embistiendo con raza y clase remató con una tanda al natural con la figura abandonada en la que se llegó a pedir el indulto. Estocada casi entera y un poquito delantera. Muerte de bravo de verdad. Oreja para Ureña con fortísima petición de la segunda. 

No se premió a uno de los toros más bravos de esta Feria Taurina. 

Ureña en su faena a un gran 'Inspector' (Foto: Arai Santana)

Cerró la tarde 'Renacuajillo', de 530 kilos, herrado con el número 11 de 'La Ventana del Puerto'. Bragado, meano, fino de hechuras, playero, abanto de salida que no dio opción en el capote a Leo Valadez. Tras un puyazo, variado quite por chicuelinas y gaoneras volvió a coger los palos el matador para dar otro buen tercio de rehiletes que culminó con un gran par al violín.

Brindó al maestro salmantino Pedro Gutiérrez Moya 'El Niño de la Capea' una faena construída a base de tesón y garra. Se puso y demostró que quiere ser alguien en el mundo del toreo.

Otro gran toro de 'La Ventana del Puerto' con unas extraordinarias condiciones como la fijeza, ritmo recorrido y duración al que el torero exprimió sin dejarse nada en el tintero por ambas manos. Terminó la labor por redondos por la espalda, pases cambiando la muleta de mano y bernandinas de rodillas que pusieron en pie al público. Estoconazo en la suerte contraria. Oreja. 

Brindis y faena con oreja para cerrar la tarde (Foto: Arai Santana)