El pleno del Ayuntamiento ha dado el visto bueno a la aprobación inicial de las dos nuevas ordenanzas que regularán las terrazas de la ciudad en el centro de la capital y en sus barrios, pese a las dudas planteadas por parte de los ediles. 

Las grandes novedades ya se conocían: paso libre de 1,8 metros en vez del 1,2 actual, posibilidad de ocupar parte de la calzada para cumplir con ese espacio, un único modelo de veladores para la Plaza Mayor y alrededores y la obligatoriedad de que las mesas estén siempre atendidas, entre otras cuestiones. El nuevo modelo que se impondrá.

Sin embargo, eso no ha evitado un encendido debate sobre la conveniencia de 'abrir la mano' a la ocupación de la vía pública con mesas y sillas y acerca del modelo de ciudad, con dos posturas enfrentadas. Por una parte el dúo PP y Cs y por otra el resto.

Los turistas, en fila india

Las ediles del Grupo Mixto, Virginia Carerra y Carmen Díez, fueron las más críticas con la propuesta municipal. Según Carrera, "han pensado en los negocios y no en los peatones" porque "es muy difícil caminar por el centro" (en algunas zonas, explicó, se pasará de 75 a 130 mesas). La edil insistió en que "no estamos en contra de las terrazas, sino de que le regalen la calle a algunos hosteleros. Se ha normalizado y se plantea como un derecho, que ese terreno sea para el hostelero". Añadió también que los turistas "caminan en fila india por las calles del centro porque sólo han tenido en cuenta los intereses reales de los hosteleros y de algunos negocios". Las calles, concluyó, "están llenas de jardineras, anuncios... no puede tener a la Policía Local para vigilar. Hay que sancionar más ¿o les da miedo sancionar a algunos hosteleros?"

Díez, por su parte, criticó que "en calles ya saturadas se han metido más terrazas", como Meléndez y Concejo. En Poeta Iglesias "nos cubrimos de gloria" añadiendo 55 mesas más de las que había antes de la pandemia. La concejala teme que la gente "se va a llevar un chasco como crea que habrá menos terrazas o que se podrá pasear mejor... Vamos a encontrarnos con terrazas que se extienden más alla de donde tendrían que estar".

"Salamanca se ha convertido en un caos. No tenemos un modelo de ciudad claro. Hoy hacemos una cosa y mañana otra distinta y no pasa nada".

El PSOE lamentó que "lo que estamos haciendo con Salamanca es una ciudad caótica. Se ha convertido en un caos, una ginkana o una pista de salto de obstáculos, subiendo y bajando de aceras, pasando al lado de gente que come...". Según los socialistas "el Ayuntamiento ha creado este caso que tenemos en la ciudad. No tenemos un modelo de ciudad claro. Hoy hacemos una cosa y mañana otra distinta y no pasa nada". El centro de la ciudad, además, "está maltratado por el uso abusivo del suelo público en beneficio de algunos. No vemos nada clara esta ordenanza. No soluciona nada, ahonda en la mala praxis y no compatbiliza el derecho de poner terrazas y pasear por la calle". Para concluir, señalaron que la sensación vecinal es que la ciudad se peatonaliza "pero no para los peatones, sino para que se llene de terrazas".

Por otra parte, el concejal no adscrito, Ricardo Ortiz, agradeció al Consistorio "que al menos intente" regular la situación de las terrazas capitalina, aunque señaló que la nueva norma deja duda sobre cuestiones como las plazas de aparcamiento o los derechos que tendrán los nuevos locales.

La postura de PP y Cs, obviamente, fue la opuesta. Para el concejal de Tráfico, Fernando Carabias, los dos documentos "equilibran" el derecho de los viandantes y de los negocios gracias a novedades como el 1,8 de amplitud en las aceras y redundará en beneficio de todos los colectivos ciudadanos. Fernando Castaño, de Cs, cree que las normas conjugan "muchas sensibilidades" entre vecinos, viandantes, negocios y comerciantes. El Ayuntamiento estará "muy atento a las alegaciones y al rodaje de la ordenanza. Según se ponga en marcha se verán las ventajas e inconvenientes" para retocar la norma.