Sin apenas movilidad internacional y con restricciones aún de entrada o de salida en muchos países de todo el mundo, las escuelas de español de Salamanca siguen sufriendo el azote de la pandemia. Son ya dos años sin apenas actividad y los datos actualmente siguen lejos de los de 2019, aunque, poco a poco, parece que la tendencia empieza a cambiar y se empieza a ver la luz al final del tunel.

"Se está animando un poco la situación, hay buenas esperanzas de empezar a salir del hoyo, pero todo está condicionado a que no vengan nuevas olas de la pandemia", ha asegurado Miguel Ángel Benito, presidente de Fedele en Castilla y León y director del Colegio Delibes en Salamanca. Y es que "están empezando a llegar reservas para verano y para el otoño, aunque ahora todos los programas tienen las necesarias garantías de cancelación con antelación".

No obstante, aunque empiezan a llegar estudiantes y grupos que buscan aprender el idioma, "estamos hablando de que este verano trabajaremos a un 15 o un 20% con respecto a lo que sería un año normal". A pesar de ello, desde las escuelas de español son optimistas, ya que "lo importante no es lo que vayamos a facturar o los alumnos que vayamos a tener, sino la tendencia porque si la tendencia se consolida y la situación se estabiliza posiblemente vamos a tener un buen otoño".

Y es que hace ya dos años que llegó el coronavirus y provocó el cierre de las fronteras en muchas partes del mundo y la suspensión de la actividad. Dos años en los que el sector del español ha estado prácticamente parado. "En 2020 trabajamos un 20% con respecto a 2019 y en 2021 el 10% que en 2019, con lo que ya va siendo tiempo y hora de empezar a remontar. Todo depende de que las circunstancias sean las adecuadas", apunta Benito.

En este sentido, y a pesar de este cambio de tendencia que, por el momento, se está produciendo, las cifras prepandemia "no las recuperaremos antes de 2024, yendo bien las cosas. Las perspectivas ahora mismo, según está la situación actual, son que empecemos a funcionar con algunos grupos y algunos estudiantes individuales para empezar a generar confianza y tendencia este año, el año que viene será el año de asentamiento y confirmar que la situación está ya medio normalizada y 2024 el año de la remontada, que supondrá volver a cifras de 2019 y si esto se cumple así lo daríamos por bueno", asevera.

En estos momentos, en torno al 65% del sector sigue en ERTE, por lo que "la prolongación de los ERTE un mes más va a ser claramente insuficiente para nuestro sector y nos tendremos que acoger a EREs o ETOP, que son las dos figuras que nos quedan". "No conozco un sector más perjudicado que el nuestro, porque se habla de las agencias de viajes pero al menos ellas pueden operar con el turismo nacional, nosotros ni eso", apunta.

Por el momento, y a la espera de que se confirme la tendencia, es posible que en los próximos meses comiencen de nuevo a llegar a la ciudad estudiantes extranjeros para aprender nuestro idioma. Serán, sobre todo, europeos, aunque "ya se empieza a mover el mercado norteamericano, brasileño y asiático, pero son mercados que necesitan un mayor tiempo de gestación de los programas, que se hacen más a largo plazo. Por ello, la perspectiva de la llegada de estos grupos ya son para 2023".