Habrá 'paz' en la representación empresarial de Salamanca, pero no rendición. Lo comprometió el nuevo presidente de CEOE-Cepyme, Diego García, que se puso al mando de la patronal más representativa con el compromiso de lograr entendimiento y buenas relaciones con la 'paralela' CES, y así pretende ejecutarlo. Pero no será una paz a cualquier precio, entendido esto como la cesión de competencias que ha ejercido en exclusiva la confederación.

En declaraciones a TRIBUNA, remitidas desde el departamento de comunicación de 'la casa', García explica que "es cierto que estamos trabajando con CES en la elaboración de un manifiesto de intenciones para defender los intereses de los empresarios", pero concreta que "en este momento no es un documento cerrado y se sigue trabajando en su contenido". En este punto, este medio ha podido constatar que la filtración de las negociaciones, sobre las que la otra parte desliza detalles desde hace unos diez días, no ha sentado nada bien en el seno de CEOE-Cepyme: entienden que no hay nada que contar porque se trata de un borrador y que el único objetivo es ejercer presión sobre García, su equipo y la confederación.

Según ha podido saber TRIBUNA de otras fuentes conocedoras del proceso, lo que existe ahora es un borrador de parte enviado por la 'paralela' en el que esta pretende dos cosas que CEOE-Cepyme no está dispuesta a compartir, entre otras cosas, porque no se puede dar entrada a CES en ellas. Se trata del diálogo social y la negociación colectiva, los dos foros más codiciados de las relaciones laborales. CEOE-Cepyme ya ha rechazado que estas dos materias entren en el borrador de acuerdo y se niega a firmar un documento que las incluya, considera que lo que se negocia es una declaración de intenciones ("un manifiesto de intenciones", dice García) con el que daría por cumplida la promesa de 'paz' entre las dos organizaciones.

Eso, y nada más que eso, es lo que García llevará hoy a su junta directiva que deberá analizar si se sigue adelante, siempre con las condiciones de CEOE-Cepyme. Y es que, a día de hoy, la mesa del diálogo social está regulada y sólo tiene sitio para la confederación histórica. Y en la negociación de convenios colectivos, hoy por hoy, tiene la práctica totalidad: de hecho, CES como tal no se sienta en ninguno, ya que hostelería negocia el suyo y en comercio es compartido. La 'paralela' no se ha podido sentar por no acreditar representatividad: es eso lo que les ha cerrado la puerta, con alguna expulsión sonada incluso.

Una fusión no viable

Tampoco parece posible una fusión como tal, y puede que ni la paralela la pretenda, pero es que ambas pertenecen y están integradas en organizaciones nacionales superiores que no están por la labor de una fusión tal cual. "Siempre hemos manifestado nuestra disposición para trabajar y lograr que el empresariado reme en la misma dirección, sin olvidar los marcos definidos por las organizaciones nacionales a las que pertenecemos", reconoce García en las citadas declaraciones.

Además, se trata de organizaciones con demasiadas diferencias y asimetrías que hacen imposible un encaje legal. En CES no se pagan cuotas ni funciona estrictamente como una confederación, mientras en CEOE-Cepyme sí hay una organización de asociaciones como tal, tiene una estructura, unos órganos y unos procesos para ordenar su funcionamiento.

De hecho, si la ejecutiva aprueba su plan, García tendrá que seguir dando pasos y en algún momento tendrá que contar con los presidentes de las sectoriales. Los rumores sobre 'fusión' han avivado la oposición de algunos que se han movido rápidamente para manifestar su desconfianza e incluso buscan una figura que aglutine una postura firme ante CES. Puede que no sea necesario, pero  durante la mañana del miércoles, tras publicarse la información de TRIBUNA, se ha hablado incluso de una posible escisión.

Lista única en la Cámara

Las negociaciones también incluyen la cuestión de la Cámara de Comercio. Actualmente, CEOE-Cepyme tiene la defensa de su representación en los juzgados tras lo que el anterior presidente calificó como acoso a sus vocales durante la última legislatura, que acabó con sus representantes fuera de las reuniones hartos del ninguneo. Sea por esa vía o por otra, la patronal quiere volver a estar representada en la institución cameral con el objetivo de tener información directa sobre la gestión que se haga.

Según ha podido saber TRIBUNA, se está negociando una lista única en la que CES y la actual directiva cameral han puesto como condición la permanencia del presidente y del tesorero, mientras que CEOE-Cepyme es más partidaria de unas listas 'limpias' del pasado reciente.