La situación de los tasadores hipotecarios

"Sin tasaciones independientes y de calidad no hay hipotecas seguras ni mercado inmobiliario fiable"

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La situación de los tasadores hipotecarios
Alquiler de viviendas. (Foto archivo)
Javier Rodríguez
Lectura estimada: 3 min.

Soy un tasador hipotecario que me dedico a esta actividad desde hace 20 años. Para poder ejercer esta profesión, aparte de mi licenciatura en Arquitectura Técnica, he tenido que realizar una formación específica. Pues bien, esta profesión, de la que se podía vivir con normalidad hasta la crisis de 2008, ha llegado a una situación de tal precariedad que puede llegar a poner en peligro el sistema. Y sepan usted y los lectores que sin tasaciones independientes y de calidad no hay hipotecas seguras ni mercado inmobiliario fiable. Sin embargo, el colectivo que sostiene ese pilar del sistema hipotecario -los tasadores hipotecarios- trabajamos desde hace años en condiciones que ponen en cuestión la sostenibilidad de la profesión y, con ello, la calidad de las valoraciones.

Por este motivo, los miembros de la Asociación Española de Tasadores Hipotecarios (AETH), que representa a un 75% del sector, decidimos en asamblea el 15 de diciembre realizar un paro sectorial de hasta un mes para denunciar esta situación y la falta de respuesta de las sociedades de tasación y sus asociaciones patronales (AEV y ATASA) a la demanda de un Acuerdo Marco sectorial que se les viene planteando desde hace años. No es una decisión fácil, porque sabemos que un paro puede ralentizar la concesión de hipotecas y retrasar operaciones de compra de vivienda y refinanciaciones. Pero consideramos que seguir mirando hacia otro lado sería aún más irresponsable.

El modelo actual se apoya en miles de trabajadores autónomos con tarifas a la baja y por debajo de costes. Nuestros honorarios suponen, en algunos casos, apenas un 20% de lo que paga el cliente final, llevan prácticamente congelados desde 2008 y sitúan los ingresos medios por debajo del Salario Mínimo Interprofesional, mientras las exigencias regulatorias y la carga de gestión no han dejado de aumentar en los últimos quince años. Es difícil pedir rigor, independencia y tiempo suficiente para cada informe cuando el sistema obliga a trabajar con prisas y a pérdidas.

Conviene recordar que las tasaciones hipotecarias son un derecho del ciudadano, no de los bancos. Cualquier persona puede encargar directamente una tasación a una sociedad homologada y utilizar el informe con la entidad que elija. Uno de los objetivos del paro es precisamente proteger que esa valoración se haga con independencia, tiempo suficiente y rigor técnico, evitando errores que afecten al acceso al crédito y a la seguridad del ahorro de familias y empresas.

No se trata de encarecer injustificadamente las hipotecas. Un ajuste razonable de los honorarios no tiene por qué traducirse en un aumento significativo del precio final si se corrigen comisiones comerciales que hoy no aportan valor al cliente. Lo que pedimos es dejar de sostener un sistema regulado clave para la economía con profesionales que trabajan por debajo del coste real de su actividad. El Acuerdo Marco que proponemos fija tarifas mínimas ligadas al coste real, condiciones contractuales equilibradas y garantías de independencia profesional, con el objetivo de reforzar la estabilidad y la calidad del sistema hipotecario regulado.

La precariedad de quienes visitan los inmuebles, analizan la documentación y firman las valoraciones reduce el tiempo disponible por informe y aumenta el riesgo de errores en un sistema supervisado por el Banco de España. Si no se corrige este desequilibrio, el coste lo acabarán pagando no solo los tasadores, sino también las familias, las empresas y las propias entidades financieras.

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