La imagen de Unionistas fue positiva en Ferrol, al menos hasta la recta final. El cuadro charro plantó cara, no se arrugó y a pesar de irse al descanso en desventaja logró empatar con un cabezazo picado de Hugo de Bustos. Un empate que se quedó en nada con el 2-1 de Pascu en el minuto 87, un gol que llegó de la manera más dolorosa posible: con un error propio.

Con Farru y Jan Encuentra de nuevo en el once titular, Mario Simón apostó por una alineación formada por Unai; Olmedo, Gorjón, Farru, Encuentra; Álvaro Gómez, Juanje, Jota, De Bustos; Abde y Pere Marco. Once futbolistas con los que trató de tener la pelota ante un Racing Club de Ferrol que no fue superior en su propia casa y que se topó con la seriedad habitual de Unionistas de Salamanca.

Si bien tuvo más pelota el cuadro departamental, los blanquinegros estuvieron cómodos y seguros esperando su momento para mover el balón y buscar espacios. Momentos que llegaron y que en el minuto 16 se transformaron en una carrera descomunal de Jota que tuvo que taponar Zalaya para evitar el mano a mano dentro del área, un defensor que fue providencial justo después al quitarle el balón a Hugo de Bustos.

Los locales se acercaron más al área de Unionistas y aprovecharon ciertos momentos de dudas. Pujol probó suerte con un disparo desde la frontal que se fue directamente fuera, dando paso a una parada de Unai a un remate de Álvaro Peña antes de que Unionistas tuviera la más clara a la media hora. Pere Marco recibió un pase de Abde en la frontal y, sin nadie presionando, cargó la pierna derecha y su disparo se fue cerca del palo izquierdo de Parera. Una situación que lastró a los visitantes.

Unionistas ganó terreno y probó varios centros laterales que no encontraron rematador. Echó de menos el equipo la figura de un Gastón Valles sancionado y que no estuvo para fijar a la defensa y hacerla retroceder en su área. Por el contrario, un centro lateral fue el que rompió al equipo charro. Álvaro Ramón colgó la pelota desde la izquierda, Unai Marino no logró taponar el centro y Álvaro Giménez se impuso en el salto a Farru para mandar la pelota dentro de la portería. Un 1-0 que llegó en el minuto 36 y que dejó una recta final del primer tiempo donde los visitantes trataron de responder con un disparo de Álvaro Gómez desde fuera del área que atrapó sin problemas Parera. Un único acercamiento con peligro más allá de los problemas en el último tercio del campo para encontrar al hombre que cargase el disparo.

Como ha ocurrido en otras ocasiones Unionistas saltó al campo con ganas en la segunda mitad. El equipo blanquinegro, en esta ocasión de rojo, salió en busca del empate desde el primer segundo , pero el Racing Club de Ferrol tuvo la primera clara.

Álvaro Giménez obligó a Unai a estirarse y sacar una gran mano al palo corto para evitar el gol en un contraataque, pero a partir de ahí tuvo mayor dominio Unionistas durante unos minutos. Los salmantinos comenzaron a buscar a Abde y Álvaro Gómez para hacer daño al rival y lograron el empate a uno a la hora de partido.

Fue en uno de esos centros, este desde las botas de Álvaro Gómez, el que remató Hugo de Bustos picado al suelo en el segundo palo para sorprender al portero y lograr el 1-1. Llegó el empate y la ambición creció, pero una serie de errores acabaron lastrándolos.

Primero Juanje cometió un penalti en el 69' al agarrar a un rival en un saque de esquina y el colegiado pitó penalti. Tuvo el gol en sus piernas Álvaro Giménez, pero desaprovechó la pena máxima al mandar el disparo directamente al palo. Unionistas respiró, pero otro error sí que acabó siendo definitivo.

Mario Simón decidió apostar por Luis Roldán en el 86' y dos minutos más tarde fue el jugador que desencadenó el 2-1. El centrocampista trató de buscar un pase atrás, se la cedió directamente a Álvaro Giménez y Unai tuvo que salir a taponar el mano a mano con la mala suerte de que el rechace le cayó directamente a un Pascu que mandó la pelota al fondo de la red. Un golpe que fue demasiado y que mandó a la lona a Unionistas, un equipo que se fue sin nada de A Malata a pesar de plantar cara y demostrar que tiene fe hasta el final.