El charro cedió el trono en su categoría de kickboxing ante Kuandykov Batyrkhan, un hombre al que espera destronar en un reto que se marcó nada más acabar la pelea
Jaime Lizana, la figura que coloca a Salamanca sobre el ring: "Voy a ponerme el primero del ranking otra vez"
El charro cedió el trono en su categoría de kickboxing ante Kuandykov Batyrkhan, un hombre al que espera destronar en un reto que se marcó nada más acabar la pelea
Jaime Lizana se proclamó hace unas semanas subcampeón del mundo en la categoría – 67 kg. del World Kickboxing Championship, un torneo donde volvió a colocar el nombre de Salamanca en los primeros puestos del podio. Cayó ante Kuandykov Batyrkhan, un rival kazajo que le ha quitado el número 1 del ranking del Mundial, pero no se da tregua. A las 24 horas de aterrizar en España se encontraba ya de nuevo en su segunda casa, la Escuela Élite, todo con el objetivo de, dentro de dos años, recuperar el trono.
Allí mismo atendió a Tribuna Salamanca junto a Manuel García, su primer entrenador. Este recuerda que desde el principio veía "algo especial" en Lizana, un luchador que ya es amigo más que alumno. Con "muchísimo orgullo" por lo que ha conseguido su pupilo, García deja claro que ahora "no quisiera ser el kazajo conociendo a Jaime". Un Jaime que explica sus sensaciones y hace un repaso a su carrera:
- Está de vuelta en casa con el subcampeonato del World Kickboxing Championship. Es un premio más a su carrera, pero ¿cómo llega el kickboxing a su vida?
- Hace 13 años desde que entré por aquí por la puerta –de la Escuela Élite-. Esto surge porque yo he hecho deporte toda mi vida, jugué balonmano un montón de años y a los 16 años ya me cansé un poco e iba un poco por obligación, entonces estaba en el instituto y un amigo mío, que se llama Carlos, empezó en kickboxing y me dijo que me animara porque estaba muy chulo. No sabía lo que era realmente el kickboxing, siempre me ha gustado un poco la acción, vine aquí con él la primera vez y me encantó y me quedé.
Desde ese momento descubrí un deporte que nunca supe que me iba a cambiar tanto la vida, pero que me ayudó mucho a encauzarme a nivel de estudios, de disciplina, de todo lo que conlleva lo deportivo, los valores que transmite y creo que es lo más importante de estos deportes, la marcialidad. Luego ya puedes ganar torneos, puedes competir, pero a mí lo que más me dio es esa parte de asentar la cabeza yo creo.
- Le ha cambiado la vida.
- Sí, siempre lo digo pero cuando entré aquí no estudiaba y no tenía buena relación con mis padres porque faltaba clase siempre y hacía todo a mi manera. Fue empezar aquí, empecé a tener lo primero un propósito en el deporte y los entrenadores siempre intentan estimular esa parte de tienes que estudiar, tienes que hacer algo con tu vida, tienes que ser buena persona y es verdad que cuando lo escuchas de tus padres muchas veces no haces caso, pero cuando lo escuchas desde un sitio donde, pues Manuel García –entrenador y ahora amigo- por ejemplo ha sido siempre mi inspiración deportiva… Empecé a hacer caso, empecé a estudiar, empecé a competir, a tomármelo en serio.
Luego además de encauzar mi vida por ahí resulta que me ha cambiado la vida a niveles de que mi trabajo se ha convertido en competir en kickboxing. Gracias al ejército y a ser deportista de élite me han empezado a dar todas las facilidades hasta el punto de que ahora en breves voy a dejar de trabajar porque han sacado una ley para deportistas de alto nivel dentro del ejército donde vamos a tener dedicación solo a competir y al deporte, así que me ha cambiado la vida totalmente.
"Descubrí un deporte que nunca supe que me iba a cambiar tanto la vida"
- Y con todo lo que dice, acaba siendo militar...
- Sí, pero creo que para este perfil de persona nos pasa mucho que no es que seamos malas personas ni obviamente vagos, sino que yo en mi caso por ejemplo tengo déficit de atención e hiperactividad, he tenido problemas siempre en el colegio y en todos lados porque era una persona inquieta, siempre la estaba liando, siempre necesitaba mil estímulos. ¿Qué pasa? Que con el deporte, como le pasa a mucha gente, empiezas a encauzar esa energía hacia algo positivo. Creo que una de las cosas que me ha llevado a ser bueno compitiendo es que esas partes de mí inquieta e hiperactiva las he encauzado hacia una cosa que se me ha empezado a dar bien porque toda esa energía va enfocada a un sitio. Eso que me ha llevado cuando empiezas a ver que se te da bien algo es cuando te empiezas a motivar. En el ejército pasa igual. Entré al ejército y me doy cuenta que a mí me encantaba porque la disciplina bien encauzada pienso que es algo que hasta te estimula, te motiva. A mí me encanta ese sufrimiento o ese esfuerzo que tienes que hacer para conseguir las cosas y que luego te lo recompensen. Creo que es una cosa con la que yo funciono y tanto el ejército como el kickboxing es lo que me han dado.
Prepararte mucho para competir, tener que hacer los cortes de peso, tener que estar entrenando seis días a la semana, dos veces al día y luego llegar a una competición, ganar y obtener toda esa recompensa. Creo que es lo que más me ha estimulado y me ha dado un camino sobre todo.

Manuel García y Jaime Lizana en la Escuela Élite.
- ¿Qué habría sido sin el kickboxing?
- Pensaba un montón de eso. Yo se lo digo un montón a mis amigos, digo ‘tío, yo no sabía que iba a hacer con mi vida’. Era la típica persona perdida que digo, voy a trabajar en cualquier cosa, en cualquier almacén. Es verdad que una vez que empecé a competir, estudié el grado de deportes porque ya iba encaminado a eso, sabía que el deporte era algo que me gustaba y empecé a tirar por ahí, pero es verdad que a día de hoy, estos días que he estado en Abu Dhabi lo he hablado un montón con mis compañeros. ¿Quién me va a decir a mí que por hacer algo que me gusta iba a estar aquí trabajando? Me tiro 10 días en Abu Dhabi peleando un Mundial. A veces no te lo crees. Estos últimos dos meses he estado en Sierra Nevada entrenando, he estado en Noruega una semana entrenando con el equipo de allí y luego diez días en Abu Dhabi. Y ahora llego aquí y tengo mis vacaciones porque eso es trabajo. Y digo, es que me he pasado el juego. Estoy viviendo un sueño. Aunque me dijeras 'te pago el triple por hacer otro trabajo', si es que yo no trabajo ningún día. Me levanto y lo primero que hago es entrenar todas las mañanas. Estoy viviendo la vida que muchos deportistas soñarían, seguramente.
- Encima hace amigos...
- Eso es otra cosa que es la leche. En estos últimos años, los amigos que he hecho, sobre todo con la gente con la que he peleado, unas relaciones, unas amistades… He empezado a aprender inglés hace años solo por poder hablar con ellos porque cómo me comunicaba con ellos. Y ahora he estado una semana con mis padres en Finlandia a visitar a los amigos de allí, a Noruega es el cuarto año que voy a la casa de un amigo y me voy a su boda el año que viene. ¿Cómo te vas a esperar que por subir a pelear y a hacer combates, vas a acabar estando en la boda de un tío noruego con el que te has peleado cinco veces? Eso o el argentino Leo Corrales, que ha estado un mes aquí en mi casa viviendo, entrenando conmigo para el Mundial. Son cosas que me las dices hace 15 años y no... Es que muy poca gente yo creo que puede vivir algo así.
- Vino por un amigo y ahora es subcampeón del mundo y puede ser de los deportistas más laureados de Salamanca.
- La verdad es que es para rememorarlo. Mi amigo todavía me lo dice a veces, todo orgulloso, que empecé por él, y es que es verdad. Lo otro no lo he medido, pero puede ser. Mi padre me dice mucho que le jode un poco que no esté reconocido de alguna manera y siempre digo que es muy difícil saber qué vale más o qué vale menos. Me refiero a cuántos deportes hay, cuántos títulos hay, cuántos campeones. Tú das una patada a la piedra y hay 20 campeones del mundo, pero campeones del mundo Wako, que es la única federación que está reconocida por el Comité Olímpico, hemos sido cuatro en la historia de España. ¿Qué pasa? Que al final es muy difícil valorar qué vale más y qué vale menos. Entonces tampoco pienso si vale más que yo saque una medalla en el Mundial o que otro lo saque en atletismo.
Por ejemplo, hay que ver una cosa que le cuento a la gente y es que el kazajo - Kuandykov Batyrkhan- que me ganó la final, por ejemplo, tiene 2.000 euros de sueldo mensual por estar en la selección de Kazajistán porque allí es deporte nacional. Ellos llegan a Kazajistán de ganar el Mundial y lo primero que hacen es recibirles el presidente del gobierno, les dan un cheque de 30.000 euros y les dan trabajo en el estado. El reconocimiento que tiene ese país es una locura. O sea, yo puedo estar compitiendo al mismo nivel que un tío que vive de eso totalmente y que tiene un sueldo mensual y, no me puedo quejar porque en el ejército tenemos apoyo, pero yo tengo compañeros que piden los días en el trabajo para ir al Mundial y están peleando al nivel de esa gente. Tiene mérito, pero al final mucha gente me dice, es que es injusto que cobréis tanto o que no sea tan reconocido. Yo digo que no es injusto, es como cuando dice la gente que no es justo que una persona cobre por darle patadas a un balón, pero es que si la mitad del mundo ve como esa persona le da patadas a un balón y la mitad del mundo lo intenta hacer y no llega hasta ahí, pues por algo será. No es justo ni injusto, es lo que hay, es lo que vende.
De todas formas, yo me gastaba dinero haciéndolo. Me he gastado dinero media vida, mis padres han estado pagándome las copas para ir a competir y ahora es mi trabajo, me patrocinan marcas, me pagan los viajes, me pagan los premios deportivos anuales… Entonces ya más no puedo pedir en realidad.
- En sus redes sociales ha dejado claro que lo más duro del torneo han sido los cortes de peso. ¿Cómo son?
- Tienes que mantener tu peso cada día de competición. Te pesan a las siete de la mañana y pon que peleas a las once, tienes para recuperar dos horas porque tienes que beber lo que puedas y comer. Estamos hablando de que eso ocurre durante ocho días de competición, no duermes por las noches. Tengo un compañero, por ejemplo, que está quitando cuatro kilos cada día. ¡Cuatro kilos! Imagínate, desayunas, peleas, ganas tu pelea y automáticamente lo primero que haces es ponerte el traje de sauna, ponerte a sudar sin comer y sin beber hasta el día siguiente y meterte tres horas de sauna con traje, haciendo descansos hasta quitarte tres o cuatro kilos y yéndote a la cama deshidratado. No puedes dormir porque estás deshidratado y tu cuerpo tiene el cortisol por las nubes, estás así en la cama, con la boca pastosa, te levantas para irte a pesar, desayunas, bebes y te vuelves a subir al ring. Cinco días así... Cuando acabas lo que más feliz te hace es poder comer y beber normal. Te da igual ganar o perder, se acabó el sufrimiento.
Es la parte dura y también la parte que tiene mucho mérito porque es disciplina pura. Lo más duro no es pelear, lo más duro es que los dos meses de antes me tengo que estar pesando cada gramo de comida, contando las calorías en una aplicación porque si un día te pegas un capricho, la cagas.
"Me levanto y lo primero que hago es entrenar todas las mañanas. Estoy viviendo la vida que muchos deportistas soñarían"
- Ahora que han pasado días desde la final, ¿qué sensación tiene más allá de conocer a Abu Dhabi?
- La experiencia es impresionante. Me gustaría poder transmitir lo que vivimos ahí, estar 10 días con tu equipo, con gente que son amigos al final que vives todo lo mismo, sufres, te emocionas con las peleas de los demás también, te echas unas risas... Son buenas vivencias, increíbles. El último día, por ejemplo, nos fuimos a Dubai. Son cosas de las que te acuerdas toda la vida, estoy seguro. Haces un vínculo y una amistad con la gente de ahí increíble, tío. Son gente que veo dos veces al año y nos tenemos un cariño porque es eso. Solo vives eso con ellos.
En cuanto a sensaciones de pelear, es verdad que me puso un poco triste al perder porque al final estás en la final de un Mundial y ese chasco te lo llevas, pero luego llegas a casa y dices 'Vamos a ver, he ganado el Mundial anterior, he ganado el Europeo, he vuelto a llegar a la final del Mundial'. No creo que nadie en la historia haya hecho un Mundial, Europeo y otra final de Mundial, ya no ganarla, sino llegar a las finales.
Acabo de quedar subcampeón del mundo del Mundial más grande de la historia, con 25 países en mi cuadrante que era el que más tenía de todos. ¿Cómo me voy a ir a poner triste por quedar segundo? Pero es que muchas veces somos injustos y decimos, ah, perdí, pero más que perdí pienso que he quedado plata del mundo. He quedado el segundo mejor de todos los que han ido.
Este rival me ha dado el estímulo ese de que tengo que mejorar. He llegado aquí y lo primero que he hecho es pensar que tengo dos años hasta el siguiente Mundial para mejorar todas las cosas que tengo que hacer. Tengo dos años, voy a ir a por copas, voy a ponerme el primero del ranking otra vez, que ahora me lo ha quitado y llevaba dos años siendo el primero. Ahora lo tiene él y es el actual campeón del mundo, es como que me ha quitado lo que yo tenía.
- Llegará al próximo Mundial con 31 años, ¿cómo se ve?
- Viendo la edad de los deportistas ahora y la edad de los peleadores, hay mucha gente que llega a su prime con 37 años. Se ve tanto en boxeo como en UFC. En la UFC todos los campeones tienen 33 años para arriba, menos Topuria.
Creo que no estoy ni en la mitad del nivel que puedo estar, porque me lo dicen mucho los entrenadores. Creo que lo mejor está por venir. Mi mejor versión como peleador, mi mejor versión física, creo que con 33-34 años es donde se va a ver realmente si sigo manteniéndome bien, si sigo enfocado, que yo creo que sí, ahí se va a ver realmente el nivel al que puedo llegar y eso es lo que me motiva también.
"No estoy ni en la mitad del nivel que puedo estar"
- ¿Qué considera que debe mejorar?
- Mis entrenadores me dicen que es increíble lo lejos que he llegado con lo simple que soy. Me dicen que hay gente mil veces mejor que yo y que yo les gano con cuatro cosas. Soy un tío fuerte, soy un tío también que sabe leer bien las peleas, porque obviamente puedo ser simple peleando, pero hay que tener un saber estar en el ring, pero es que a nivel técnico, a nivel táctico, yo veo gente con la que peleo que me da mil vueltas. Si tengo eso y puedo llegar a ganar un Mundial, imagínate si mejoro mi boxeo, si mejoro mi frecuencia de golpeo. Voy a potenciar el boxeo mucho para meter más combinaciones de manos.
- Sigue entrenando en la Escuela Élite, pero también va al Centro de Alto Rendimiento. ¿Qué nota allí?
- Realmente depende mucho de la persona, pero es cierto que cuando tú te juntas con la gente buena y te pones a entrenar como en esa burbuja, todo el mundo mejora rapidísimo porque te contagias un montón. Tu cabeza se pone en ese modo de supervivencia y es verdad que se mejora un montón. Me gustaría que hubiera más concentraciones, que el equipo nacional se juntara más, pero lo que intento es ir a campus como en Noruega o Turquía, donde estuve el año pasado entrenando con el competidor de Kazajistán de hecho. Al final tienes que salir de la zona de confort y pegarte con los mejores.
- ¿Cuándo vio el punto de inflexión en su carrera?
- No lo vi en ningún momento, realmente ha sido gracias a Manuel. Yo fui a mi primer Campeonato de España y no quería, o sea, me dijo que iba a quedar campeón de España y yo le pregunté que si tenía nivel para ir. Gané el primero en 2017 y en 2019 me metí en la selección y le preguntaba a Manu si era demasiado pronto.
- Ahora va a competir en boxeo.
- Me motiva más hacer más peleas durante el año, porque al final todas las peleas que hago prácticamente son fuera de España. El año pasado hice cinco peleas de boxeo, cuatro aquí en Castilla y León y una en el Campeonato de España. Mi objetivo es tratar de ganar el Campeonato de España de boxeo, mejorar en manos. Voy a intentar boxear todo lo que pueda. Si me sale alguna pelea extra, aparte de campeonatos, también. En el último Campeonato de España de boxeo perdí cuartos de final con un valenciano, fue una decisión dividida. Al final me noto mucho más perdido boxeando, porque las combinaciones, la distancia y todo es diferente.
- ¿Qué más retos se marca?
- A nivel de competición sé que con el nivel que tengo ahora mismo en kickboxing tengo que seguir esa línea, porque es donde ya estoy posicionado, y si empezara a hacer otra cosa pues me va a costar mucho llegar a ese nivel. Pero a nivel personal, quiero empezar a hacer jiu-jitsu o algo de suelo, porque me gusta, me llama la atención, y no descarto hacer alguna pelea de MMA algún día. Pero yo sé que no voy a potenciar mi carrera hacia ahí, porque ya tengo mi carrera creada, sería volver para atrás.
Unionistas invita a donar juguetes nuevos -o usados en buen estado- para entregárselos a YMCA Salamanca, que los regalará a familias que los necesiten
La deportista ha batido el récord de España de arrancada con 78 kilogramos y se ha quedado muy cerca de levantar 80 en su tercer intento.
El club reitera que consideran al CDF Helmántico "un club amigo"








