Claudia Soriano llegó a Salamanca con 21 años y un pulso eléctrico que se mide en robos, presión y carácter. Pero detrás de la guerrillera que incendia el Würzburg Silvia Domínguez desde la defensa hay una joven que habla suave pero con convicción, que observa, que se analiza y que se empeña en disfrutar cada minuto de una decisión que ya siente como punto de inflexión. En Perfumerías Avenida ha encontrado hogar, responsabilidad y vértigo… y justo ahí, en esa mezcla, es donde asegura estar creciendo más que nunca.

Esta es la Claudia que sonríe al hablar de baloncesto, que se retroalimenta del rugido azul y que, mientras descubre Salamanca calle a calle, se convence de que esta etapa no solo la mejora como jugadora: también la construye como persona.

PREGUNTA: Claudia, son tres meses ya en Salamanca y lo primero es siempre preguntar: ¿cómo estás?, ¿cómo te sientes en esta nueva etapa?

CLAUDIA SORIANO: Muy bien. Cada día que pasa me doy cuenta de que ha sido una muy buena decisión venir aquí. Me siento muy arropada y creo que estoy creciendo mucho.

P: ¿Da margen en esos tres meses para hablar de adaptación dentro y fuera de la pista?

CS: Sí, seguro. De hecho, se nota ahora en los últimos partidos que tanto yo como el resto del equipo nos vamos conociendo más, nos hemos ido adaptando más. Personalmente a la ciudad, al club, a todo. Ya me siento como si fuera de casa.

P: Una inmersión muy intensa porque, siendo un grupo nuevo, habéis vivido lesiones, derrotas dolorosas, críticas, tener que cohesionaros a contrarreloj…

CS: Ha sido muy intenso, sí. Totalmente. Pero creo que eso nos hace crecer más rápido. Son como golpes que te dan y te hacen crecer y levantarte. Creo que eso nos ha fortalecido a cada una personalmente y, sobre todo, como equipo.

El parón nos vino bien a todas. Pudimos ver las versiones de nuestras compañeras que queríamos tener en la pista, así que nos sirvió para buscarlas más, de diferente manera"

P: Ahora parece que estáis en el camino, en el punto de inflexión. ¿Lo sentís así?

CS: Sí. Creo que el parón nos vino muy bien a todo el mundo. A muchas de mis compañeras les vino bien el cambio de aires, irse con la selección, hacerlo muy bien allí. Volvieron renovadas. También pudimos ver las versiones de nuestras compañeras que queríamos tener en la pista, así que nos sirvió para buscarlas más, de diferente manera.

Las que descansaron también vinieron con energía renovada y se ha notado mucho. Esta semana, que a principio de temporada la afrontábamos con un poco de miedo, ahora la tenemos muchas ganas porque nos vemos capaces de ganar a cualquier equipo que se nos ponga delante.

P: Antes del parón ganáis, pero antes la derrota en Lugo, una pista que conoces bien, hizo mucho daño. ¿Hasta qué punto fue clave ese sentimiento de ‘hemos tocado fondo’?

CS: Esa semana, en general, fue el punto de inflexión. Teníamos la suerte de que nos quedaban dos jornadas antes del parón y si las sacábamos -como las sacamos, y bien-, nos iríamos con una mentalidad completamente diferente pese a ese golpe.

Pero sí, definitivamente el lunes siguiente al partido llegamos todas muy tocadas, aunque con muchas ganas de salir de ahí.

Aún tenemos muchísimo margen, pero estamos en camino y sienta bien ver que podemos sacar las cosas. No somos el equipo que perdió esos partidos; somos un equipo diferente"

P: ¿Estabais más convencidas por dentro que lo que se percibía desde fuera de que el trabajo del grupo y del staff era el adecuado?

CS: Sí. Y se ve en nuestros entrenamientos. Entrenamos muy bien y no habíamos sacado el nivel al que entrenamos hasta estas últimas semanas, sobre todo desde la defensa. Ana nos decía hoy que somos el equipo con la mejor defensa de la Liga, y eso es muy difícil. Es porque tenemos muy buenas jugadoras para defender y es posible que por eso en ataque también nos vamos encontrando más.

Creo que aún tenemos muchísimo margen, pero estamos en camino y sienta bien ver que podemos sacar las cosas. No somos el equipo que perdió esos partidos; somos un equipo diferente.

P: En tu caso, ¿cómo asumiste ese inicio de Liga en el que Iyana no puede estar y te toca asumir más responsabilidad de la esperada?

CS: No fue fácil, pero se asume porque es lo que el equipo necesita. Tuve momentos en los que me costó mentalmente porque se aceleró todo mi proceso y de repente tenía que darle al equipo cosas que no pensaba tener que dar en ese momento de la temporada.

Pero cambiando el foco, hablando con Raquel, con Ana, con Pablo… Me decían: "No te pedimos nada diferente a lo que tú eres, a lo que tú haces". Ese cambio de mentalidad -ser yo y aportar todo lo que yo puedo aportar según mi juego, sin intentar imitar a Iyana ni aportar lo que ella aporta-, me ayudó. Ahí empecé a jugar mejor, a aportar más y a ayudar más al equipo.

Tendré carencias, pero intento superarlas con intensidad y actitud. Eso engancha mucho. Y, de verdad, no lo hago para enganchar y me sale naturalmente pero también me retroalimento de que a la afición le guste"

P: En tu presentación dijiste que tenías ganas de jugar con la ‘marea azul’ y da la sensación de que desde el principio ha habido mucho 'feeling'.

CS: Sí, lo percibo. Creo que a la afición le gusta la gente guerrera y yo tendré muchas carencias, pero intento superarlas con intensidad y actitud. Eso engancha mucho. Y, de verdad, no lo hago para enganchar y me sale naturalmente pero también me retroalimento de que a la afición le guste. Me dan más ganas de hacerlo. Intento ser yo misma y si eso les gusta y les sirve, encantada. Me retroalimentan para salir a pista con más ganas, hacerlo mejor y seguir.

P: Explícanos cómo consigues divertirte tanto defendiendo, porque tú te diviertes.

CS: Sí, y no sé explicártelo muy bien. Mi mentalidad es cómo facilitar el ataque, cómo facilitar los puntos y las cosas a mis compañeras. Y eso es defendiendo, porque de un robo puede haber una entrada sola y son dos puntos muy fáciles. Mi motivación es esa: intentar facilitar las cosas al equipo desde atrás para que delante todo el mundo tenga su espacio. Robar un balón y cambiarla de lado a lado para que mi compañera tenga el triple… No sé decirlo de otra forma.

P: Luego eso se traslada a la grada. ¿Cómo te influye el apoyo externo? Hay jugadoras que se abstraen y otras que se retroalimentan.

CS: No estoy acostumbrada a jugar con tanto apoyo externo. El de mi familia o mis amigos sí obviamente, pero un pabellón tan lleno no. Sin embargo, me motiva mucho. Cuando la gente ve y valora las cosas que no son meter puntos, el trabajo sucio… Cuando te dicen "has hecho una defensa genial, vaya manera de presionar a las bases"… eso te anima a seguir, te da muchas pilas.

Cuando noto que el pabellón nos acompaña defendiendo es cuando más ganas tengo de defender, robar un balón o provocar un ataque.

Tengo clara mi zona de confort: defensora que produce en ataque desde la defensa. Pero venir aquí era para explorar otras facetas que tengo"

P: No solo defiendes, y lo hemos visto en Avenida. También ahí está la marca del año pasado como jugadora nacional más valorada en un partido. ¿Trabajas mentalmente para no encasillarte en un rol?

CS: Sí. Creo que todas las jugadoras, al menos las jóvenes, buscamos crecer cada día. Tengo clara mi zona de confort: defensora que produce en ataque desde la defensa.

Pero venir aquí era para explorar otras facetas que tengo. Sé jugar a baloncesto, aunque no sea mi punto más fuerte y parte de la decisión de venir fue para trabajar todo eso, y creo que voy mejorando. Este año, al menos en este momento, mi foco está en conectar más con mis compañeras, encontrar el equilibrio entre mis penetraciones y doblar… y crecer cada día.

P: ¿Se nota el cambio a Avenida? ¿Se siente presión, responsabilidad… o es otra motivación?

CS: Es más responsabilidad, pero se traduce en motivación: ser mejor, intentar cuidar más los errores -porque los va a haber- y crecer viendo qué errores cometemos y en qué momento.

P: Desde fuera dais sensación de piña. ¿Cómo es la convivencia en ese vestuario?

CS: Siempre defenderé que los mejores equipos se construyen desde fuera, me refiero fuera de la pista. Sé que no siempre es posible, pero yo defiendo esa idea e intento que sea así. Tenía un poco de miedo porque en clubes más grandes hay mejores jugadoras y personalidades más fuertes. Temía llegar y que esa no fuera la base pero en el día dos ya me di cuenta de que iba a ser parte de nuestra esencia: llevarnos bien y conectar.

Temía llegar y que esa no fuera la base pero en el día dos ya me di cuenta de que iba a ser parte de nuestra esencia: llevarnos bien y conectar"

P: Jugadora de Avenida, convocatorias con la absoluta… ¿Sientes que estás en un momento clave de tu carrera?, ¿Cómo te gustaría evolucionar?

CS: Creo que sí. El hecho de fichar aquí fue un punto de inflexión positivo: si cuido esta oportunidad y la aprovecho bien, mi futuro puede decantarse. No me gusta pensar mucho en el futuro porque aquí estoy muy contenta. Ojalá quedarme muchos años. Estoy apostando por la Claudia jugadora de baloncesto que quiero ser, algo que no he tenido claro toda mi vida. Me encanta el básquet, me encanta jugar, pero no sabía si quería dedicarme a este nivel y darle tanto espacio en mi vida. Este año me he volcado con todo y me está encantando, así que estoy súper contenta.

P: Hablábamos de la selección. En tu caso, como base, compites en la posición más difícil, con muchas jugadoras seleccionables. ¿Cómo vives eso?

CS: Por una parte, afortunada por formar parte de esta generación del baloncesto femenino español, que está a un nivel grandísimo. Eso nos hace mejores jugadoras. Cada fin de semana te enfrentas a una compañera española que te obliga a poner tu nivel arriba; eso es un privilegio y luego eres muy consciente de la situación. Si te llaman a la selección, la aprovechas al máximo, pero las posibilidades de ir a la final son remotas. No por eso desprecias la oportunidad ni la aprovechas menos, pero te mantiene con los pies en el suelo.

Esto es muy largo. Mira Mariona: entró fija en la selección con 30 años. Yo estoy agradecida de estar ahí siempre que me llaman y ojalá sea más veces, y si no, lo habré aprovechado al máximo y seguiré trabajando. Cada semana tenemos una batalla con varias españolas, y eso no se ve en muchos sitios.

P: Has dicho antes que tu cabeza está más centrada que nunca en el básquet. ¿Qué es lo que más te motiva? ¿Estar a gusto, la competencia, el nivel?

CS: Lo que siempre me ha motivado es que me gusta mucho el baloncesto. Somos unas privilegiadas por poder dedicarnos a esto. Yo soy una tía que todo lo que hace lo quiere hacer al máximo nivel, desde tareas del día a día hasta mi profesión. Sacar todo mi potencial me llena personalmente y no me pongo objetivos como ir a la selección o ganar 'no sé qué', porque hay tantos factores… Me centro en intentar ser mi mejor versión en todas las partes de mi vida. Me gusta tanto el baloncesto que ojalá vivirlo muchos años.

P: Os vienen partidos dificilísimos empezando por Valencia. ¿Dónde tienes puesto el foco? ¿Dónde dirías que estaría el listón para daros por satisfechas?

CS: Quiero que podamos sacar nuestra esencia en cada partido: jugar a lo nuestro, centrarnos en nosotras, porque creo que ahí está la clave. Da igual quién tengamos delante. Obviamente hay temas de scouting que cambian, pero cuando sacamos la garra defensiva, cuando compartimos el balón, cuando encontramos a todo el mundo y todas participan… es muy difícil pararnos.

Entonces para mí el foco está en jugar como sabemos. Si no nos da para ganar, pues vale pero al menos hacerlo a nuestra manera.

P: Salgamos del pabellón: ¿cómo te ha acogido Salamanca?

CS: Genial. Mucho frío ahora, pero me gusta muchísimo la ciudad. Ahora con todo de Navidad es preciosa. La gente es muy guay y mi afición es muy entregada.

P: ¿Te da tiempo a conocer la ciudad? ¿Tienes ya algún rincón favorito?

CS: Aún estoy descubriendo. En Navidad tengo algunos sitios que quiero ver. Me encanta pasear por el centro, ir a estudiar a la biblioteca de la Casa de las Conchas. Es un privilegio. Caminar por esas calles llenas de edificios emblemáticos… me parece que toda la ciudad es una pasada.

Cuido mucho mi parte personal y mi carrera me encanta, me la tomo con calma porque con tanto ritmo no puedes tener matrícula completa pero me da una perspectiva humana del deporte"

P: ¿Cuánto de importante es tener otras cosas aparte del baloncesto? Estudias Psicología, ¿cómo te puede servir para tu desarrollo profesional?

CS: Creo que es vital que las jugadoras, cualquier deportista de élite, tenga otras cosas porque cuando todo va bien es muy guay, pero cuando las cosas van mal y es lo único que tienes, es difícil salir del bucle. Cuido mucho mi parte personal y mi carrera me encanta, me la tomo con calma porque con tanto ritmo no puedes tener matrícula completa pero me da una perspectiva humana del deporte: no eres solo una jugadora, tu vida es más. Eres humana, tienes amigos, vida fuera. Me ayuda a tener esa perspectiva.

P: Y a observar, porque en la pista observas mucho

CS: Sí, observo mucho en todas partes. Soy bastante analista con la gente, las personalidades y en la pista, por supuesto. Me ayuda a sacar lo mejor de las situaciones, a intentar integrar a todo el mundo… pero siempre con una previa investigación en mi cabeza.

P: Con el tiempo que llevas aquí, ¿familia y amigos qué te dicen? ¿Qué perciben de ti?

CS: Todo el mundo está muy contento. Les estoy metiendo presión porque nadie me ha venido a visitar todavía.

Esta primera fase de la temporada no he tenido visitas, pero la gente está muy contenta. Cada fin de semana me ven, tengo una base de gente detrás increíble y están disfrutando conmigo.

P: ¿Qué mensaje te gustaría dejar a la afición?

CS: Que Salamanca es una ciudad de baloncesto femenino, una ciudad de Avenida. Creo que estamos demostrando que somos un equipo de guerreras. No somos el equipo de otros años, tenemos otra mentalidad, pero creo que pueden disfrutar mucho con nosotras y les necesitamos para sacar estos partidos que vienen. Esta ciudad siempre ha sido este equipo -uña y carne-, y queremos que siga siendo así.