La provincia de Salamanca, como el resto de Castilla y León, se enfrentan a un escenario de incertidumbre total después de que las inversiones previstas por la Junta de Castilla y León para 2026 -153 millones de euros, la cifra más alta jamás planteada en la provincia salmantina- parece que van a quedar en el limbo ante la previsible caída del proyecto presupuestario.

Tanto el PSOE como Vox han anunciado enmiendas a la totalidad, lo que hace inviable su aprobación y aboca a la comunidad a una prórroga de las cuentas actuales. Esto implica que todas las actuaciones previstas para la provincia, muchas de ellas estratégicas y largamente demandadas, quedan sin horizonte claro de financiación. En términos prácticos, Salamanca no solo no gana una cifra histórica de inversión, sino que pierde un año clave para avanzar en obras urgentes y estratégicas, quedando a la espera del resultado electoral y de un nuevo ciclo presupuestario

La partida más elevada correspondía a las obras de abastecimiento de agua gestionadas por SOMACYL, que sumaban 18,37 millones de euros. Destacaban los 9 millones destinados al sistema de abastecimiento de la Sierra de Francia, además de actuaciones en Machacón, La Armuña, Almenara de Tormes, la Mancomunidad de Béjar o Santa Marta. Sin presupuestos nuevos, todos estos proyectos quedan en el aire.

AVANCES EN EL HOSPITAL, EN PAUSA

Otra inversión clave era la continuación del Plan Director del Hospital Clínico de Salamanca, con una dotación de 16,68 millones para finalizar el bloque de consultas con la dotación pertinente. La falta de aprobación presupuestaria retrasaría de nuevo un proyecto sanitario que acumula ya ciertas demoras. También en el Hospital la ampliación del área de urgencias o la dotación de equipamientos de vanguardia, incluyendo un equipo de braquiterapia para el módulo de consultas externas. En total para equipamiento hospitalario había destinado 4,5 millones 

Además también destacaban los 2,76 millones para el nuevo Centro de Salud Prosperidad.

MEDIO AMBIENTE, INDUSTRIA, VIVIENDA

Los más de 17 millones destinados a depuración de aguas residuales para poblaciones de menos de 2.000 habitantes -una exigencia europea que afecta a numerosos municipios salmantinos- quedaría igualmente sin desarrollo. Lo mismo ocurre con los 10 millones para la red de calor del campus Oeste de la Universidad de Salamanca, un proyecto central en la transición ecológica de la institución académica.

El presupuesto contemplaba 6 millones para la urbanización de polígonos en Ciudad Rodrigo y 8,3 millones para viviendas eficientes de nueva construcción en Santa Marta y otros municipios. También destacaba la inversión de 2,9 millones en infraestructura agraria en Lumbrales. Todos estos planes quedan congelados a la espera de un nuevo presupuesto que, en el escenario actual, no llegará hasta después de las elecciones.

EDUCACIÓN Y CULTURA

Quedarán sin ejecutar la ampliación del CEIP de Carbajosa de la Sagrada (3,68 millones), así como 4,2 millones para mejoras en colegios de infantil y primaria y 3,37 millones en equipamiento para institutos.

En cultura, se pierde la inversión de 3,26 millones en Siega Verde, prevista para impulsar su puesta en valor, y los 516.000 euros para mejorar las instalaciones deportivas de Llano Alto, en Béjar.

La caída previsible de los presupuestos deja a Salamanca sin la mayor inversión autonómica de su historia reciente. Y, lo que es más relevante, sin posibilidad real de una alternativa: el Gobierno autonómico quedará sujeto a la prórroga de los presupuestos actuales, que no contemplan en toda su amplitud ninguna de estas nuevas actuaciones, hasta la celebración de las elecciones de marzo de 2026. Esto significa que todas las inversiones anunciadas quedan fuera de juego durante al menos un año, retrasando proyectos esenciales en sanidad, abastecimiento de agua, infraestructuras, educación, energía y patrimonio.