Expertos de las universidades de Salamanca y el País Vasco repasarán las, según ellos, "sospechosas" circunstancias del deceso de Unamuno en la Nochevieja de 1936
Emmanuelle Charpentier, doctora honoris causa en la USAL: "La excelencia no es un don, sino una práctica"
La Premio Nobel de Química defiende la curiosidad, la ciencia y la cooperación frente a los grandes retos de la humanidad
La Premio Nobel de Química Emmanuelle Charpentier ha recibido el doctorado honoris causa por la Universidad de Salamanca, en una ceremonia celebrada en el Paraninfo de las Escuelas Mayores.
"Este doctorado honoris causa es más que un hito personal: es un recordatorio del poder perdurable del conocimiento para conectarnos a través del tiempo, el lenguaje y la disciplina. Gracias por esta distinción. Me emociona no solo como científico, sino como alguien que respeta profundamente el legado de conocimiento e investigación que define a esta universidad", ha dicho Charpentier.
Durante su discurso, la bioquímica francesa abordó algunos de los "profundos desafíos" a los que se enfrenta la humanidad. Así, ha señalado que, en el ámbito de la salud, aunque se están produciendo "grandes revoluciones como la edición genética y la inteligencia artificial, que prometen curar enfermedades que antes se consideraban incurables", persisten amenazas como "las pandemias, resistencia a los antimicrobianos y desigualdades en el acceso a la atención sanitaria que exigen no solo innovación, sino también compasión y cooperación".
"En la agricultura debemos alimentar a una población mundial en crecimiento sin agotar los recursos del planeta. El futuro de los alimentos dependerá de nuestra capacidad para integrar la biología, la tecnología y la ecología, con el fin de producir no solo más, sino mejor y de forma más sostenible. Y en el ámbito medioambiental nos enfrentamos al reto decisivo de nuestro siglo: restablecer el equilibrio de los sistemas naturales de los que depende toda la vida", ha subrayado. Además, ha subrayado que "la ciencia por sí sola no puede resolverlos, se requiere valentía en las políticas, creatividad en la economía y un compromiso ético compartido por todas las sociedades".
Charpentier también defendió el papel de las universidades como "santuarios del pensamiento crítico" y destacó que "en una época en la que la información es instantánea y las opiniones se multiplican más rápido que los hechos, la universidad debe erigirse en guardiana de la profundidad, un lugar donde las ideas puedan ponerse a prueba, no solo tuitearse; donde el desacuerdo pueda razonarse, no gritarse".
Comparando la ciencia con el arte, la moda o los deportes, la investigadora afirmó: "Defino mi trayectoria personal como científico como similar a la de los artistas, diseñadores o atletas. Ellos comparten un entendimiento tácito: que la excelencia no es un don, sino una práctica, una búsqueda larga, imperfecta y profundamente humana de superarse a uno mismo".
Asimismo, resaltó la importancia de apoyar a los jóvenes investigadores: "No teman lo desconocido. No es su enemigo, es su mejor maestro… Sed curiosos, pero también sed amables, porque la ciencia es una empresa humana y el progreso se basa en la confianza. Sed rigurosos, pero también imaginativos… Cada acto de investigación, cada pregunta sincera, se suma a la riqueza colectiva del conocimiento humano. Por último, protejan su sentido de la maravilla".
En su intervención, Charpentier hizo referencia a su descubrimiento del CRISPR-Cas9, señalando que esta herramienta de edición genética "se ha convertido en una tecnología revolucionaria y transformadora en las ciencias de la vida, la medicina y la agricultura… Se está utilizando para comprender los mecanismos de la vida, corregir defectos genéticos, combatir enfermedades y, potencialmente, desarrollar sistemas alimentarios más sostenibles".
El rector de la Universidad de Salamanca, Juan Manuel Corchado, destacó que "su ejemplo nos recuerda una verdad esencial: el auténtico progreso nace de la curiosidad sin cálculo. De la ciencia no dirigida… Fue su valentía intelectual la que, sin preverlo, abrió nuevas fronteras para la humanidad". Añadió que la Universidad reconoce a Charpentier "como parte de su comunidad intelectual y moral. Su nombre se inscribe desde ahora en la historia de esta institución junto al de quienes dedicaron su vida a ampliar los límites del entendimiento humano".
Por su parte, Alberto M. Pendás, investigador principal del Centro de Investigación del Cáncer y padrino de la investidura, recordó que "Emmanuelle, de niña, soñaba desde su Juvisy-sur-Orge… con ser desde una detective a una intelectual en cualquier ámbito del mundo académico… Vocaciones relacionadas con su vida científica que han condicionado su carrera y trayectoria vital y que son una mezcla de curiosidad, disciplina, independencia, inteligencia y determinación".
Pendás subrayó que Charpentier "encarna los valores que toda universidad debe promover: el conocimiento, la innovación y el bienestar social… Su historia, desde la niña que soñaba con resolver enigmas a la científica que ideó una forma de editar el código genético, debe servir de inspiración para que los jóvenes, especialmente mujeres, crean en su capacidad de convertirse en protagonistas de la ciencia".
La ceremonia concluyó con la interpretación del 'Gaudeamus Igitur' a cargo del coro universitario.
El acuerdo contempla el patrocinio del congreso internacional, una exposición con fondos históricos, un documental y la ampliación de la Biblioteca Virtual
El acto celebrado en Citycesa destacó la importancia de la colaboración entre universidad, empresa y sociedad
Permiten observar en tiempo real la transformación celular y probar combinaciones de fármacos adaptadas a perfiles moleculares








