De estelas de aviones a la tierra es plana: las teorías más disparatadas que siguen, literalmente, volando

Las teorías conspirativas prosperan cuando las personas sienten desconfianza hacia las instituciones o buscan explicaciones simples a fenómenos complejos

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De estelas de aviones a la tierra es plana: las teorías más disparatadas que siguen, literalmente, volando
Llorente, jugador de la selección
El autor esTeresa Sánchez
Teresa Sánchez
Lectura estimada: 3 min.
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Aunque vivimos en una era en la que los telescopios pueden fotografiar agujeros negros y los cohetes privados ya rozan el turismo espacial, en internet e incluso más allá de la red aún sobreviven teorías que desafían la lógica, la ciencia… y, a veces, la gravedad. En los últimos días un futbolista de la selección nacional veía como sus palabras sobre una de esas teoría se viralizaban y también como científicos alertaban sobre la importancia de tener cuidado con los mensajes sobre todo cuando llegan desde personas sin preparación pero sí con influencia en los más jóvenes. Su reflexión sobre las estelas de los aviones y otras que circulan seguramente las has escuchado alguna vez y la realidad es bien distinta y, sin necesidad de alargarnos demasiado, todo tiene una explicación.

Las estelas misteriosas: ¿fumigación o física básica?

Todos hemos visto esas largas nubes blancas que dejan los aviones al pasar. Algunos aseguran que son 'chemtrails': sustancias químicas secretas esparcidas por gobiernos para controlar el clima, la mente o incluso la población. La realidad es bastante menos cinematográfica: se trata de condensación. El aire frío a gran altitud congela el vapor de agua expulsado por los motores. Nada de conspiraciones, solo física y humedad.

La Tierra (supuestamente) plana

A pesar de las fotos desde el espacio, los vuelos internacionales y hasta los GPS, existe un rincón del internet que sigue convencido de que la Tierra es un disco gigante rodeado de un muro de hielo. Los 'tierraplanistas' celebran incluso congresos donde discuten cómo, supuestamente, la NASA "engaña" al mundo con imágenes falsas. Paradójicamente, muchos de esos encuentros se organizan gracias a satélites... que orbitan el planeta redondo.

La Luna, el mayor plató de Hollywood

Para algunos, el Apolo 11 nunca aterrizó en la Luna. Según esta teoría, todo fue un montaje rodado en un estudio, posiblemente dirigido por Stanley Kubrick, con un presupuesto que ni Hollywood soñaría. Sin embargo, los reflectores láser que los astronautas dejaron allí y que todavía hoy se usan para medir la distancia entre la Tierra y la Luna siguen devolviendo señales muy reales.

 

Los reptilianos entre nosotros

Hay quien cree que importantes líderes mundiales y celebridades no son humanos, sino reptiles alienígenas disfrazados que controlan la sociedad. La teoría, popularizada por el exfutbolista británico David Icke, mezcla política, ciencia ficción y paranoia a partes iguales. Ningún estudio ha encontrado ADN de iguana en la Casa Blanca... al menos, por ahora.

Sol ¿frío?

Algunos defensores de teorías extremas aseguran que el Sol no calienta, que en realidad es una especie de foco frío y que el calor "se genera en la Tierra". Los astrónomos, mientras tanto, siguen observando cómo la superficie solar alcanza unos 5.500 °C, lo que no encaja muy bien con la idea de una lámpara fría gigante.

¿Por qué atraen esas teorías?

Según psicólogos y sociólogos, las teorías conspirativas prosperan cuando las personas sienten desconfianza hacia las instituciones o buscan explicaciones simples a fenómenos complejos. Además, creer que uno "sabe la verdad oculta" puede resultar gratificante. Las redes sociales han sido el terreno fértil perfecto para que estas ideas se difundan más rápido que un avión a reacción aunque también es cierto que la ciencia es capaz de responder muy rápido y con más de un 'zasca' y seguramente también con bastante paciencia. En todo caso, aunque la Tierra no sea plana, el Sol no esté helado ni los presidentes sean lagartos, lo que sí está claro es que la curiosidad, y a veces la estupidez, humana no tiene límites.

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