Sin Mouss Djaldi-Tabdi, sin María Martín y sin Margarity. Tres nombres llamados a tener peso -titulares o de muchos minutos- y tres ausencias que, sobre todo pensando en la francesa que fue la baja inesperada, condicionaron el estreno de Perfumerías Avenida en la Liga. No era el mejor escenario posible: todo es nuevo, todo está en proceso, y las piezas aún encajan a medias. Y, además, el debut era lejos de Würzburg, en Mendizorroza, ante un Araski que también busca su identidad. El resultado: un partido trabado, irregular y con la sensación de que los dos equipos aún están aprendiendo quiénes son.

Avenida tuvo que reinventarse desde el salto inicial. Montañana movió piezas y forzó a algunas jugadoras a asumir papeles poco habituales. Arrojo, por ejemplo, pasó muchos minutos fuera de posición, aunque fue de las que mejor entendió el partido, junto a una Cave que volvió a demostrar su fiabilidad en la pintura. Desde el primer instante, funcionó la conexión Soriano–Cave, ya vista en la Supercopa, con posesiones cortas y ritmo alto.

La entrenadora apostó de inicio por una pareja exterior con Soriano y Zellous, dejando a la estadounidense ese papel de '2' que se busca consolidar para ella. No era casual: Araski salió a presionar arriba y repartir la creación servía para aliviar a la base catalana. Sin embargo, ese ritmo alto también trajo una sucesión de errores en ambos aros. Avenida sufría en el rebote con un quinteto pequeño -solo Cave y Arrojo aportaban centímetros-, y el partido se convertía en una carrera de fondo más que en un ejercicio de precisión.

Cave fue la primera en anotar, sosteniendo al equipo en los compases iniciales mientras la defensa trataba de asentarse ante las penetraciones rivales. Poco a poco, Zellous empezó a asumir tiros, aunque Avenida seguía sin encontrar continuidad. La defensa zonal permitió frenar la producción ofensiva de Araski y equilibrar el rebote, pero los puntos seguían cayendo con cuentagotas: 14-14 al final del primer cuarto.

El segundo periodo mantuvo el mismo guion. Meyers no encontraba el acierto exterior pese a sus lanzamientos liberados, hasta que, por fin, rompió la sequía con un triple y un grito de rabia que valía tanto como el 19-22 en el marcador. Avenida jugaba muchos minutos sin base pura por las faltas de Soriano, y además Hill, la especialista de larga distancia de Araski, también acumulaba personales y también primeros aciertos. El equipo charro buscó refugio en el juego interior: balones a Cave, donde la pívot resolvía con eficacia. Aun así, el duelo llegaba igualado al descanso (28-28), reflejo fiel de la falta de ritmo y continuidad de ambos.

Tras el paso por vestuarios, Avenida intentó imponer su calidad en la pintura pero las pérdidas y la falta de claridad ofensiva impidieron abrir brecha. Araski, con más energía que acierto, aprovechó un triple de Morro para firmar su máxima ventaja (+5) y obligar a Montañana a parar el partido.

Fue el momento de tirar de carácter. Las veteranas sostuvieron al equipo. Spreafico, desde el 6,75, acercó a Avenida; Arrojo empató (46-46) al borde del final del tercer cuarto. Todo seguía abierto (48-46).

En el último acto, Avenida se aferró al encuentro. Cave continuó haciendo daño bajo aro y el ajuste defensivo con dos interiores equilibró el duelo. Soriano, en una acción individual, devolvió la ventaja al conjunto salmantino a falta de tres minutos. Parecía el momento clave, pero la falta de madurez y precisión en los instantes decisivos volvió a aparecer. Los pequeños errores -una mala decisión, una pérdida, un rebote que se escapa-, pesaron demasiado. Hill y Dembelé, desde el tiro libre, voltearon el marcador, y el último ataque azulón no se resolvió bien. El partido se escapó por los detalles.

Avenida arrancó la Liga con derrota, pero también con lecciones. El equipo aún está por hacer: falta rodaje, química, automatismos… y jugadoras clave. Pero también se vieron señales alentadoras: la seriedad de Cave, la adaptación de Arrojo y la resistencia del grupo en un día incómodo como lo rescatable.

Queda mucho trabajo, sí. Pero también mucho margen y eso, en octubre aun sirve como salvavidas.