Soluciones de verificación de información, seguridad corporativa y chatbots inteligentes destacan entre los proyectos premiados
Carta abierta al rector tras la suspensión de las conferencias que iba a impartir una profesora israelí
Gregorio Nicolás, Profesor Emérito y primer Decano de la Facultad de Biología de la USAL
Sr. Rector:
Creo que personalmente no nos conocemos, por lo que paso a presentarme. Me llamo Gregorio Nicolás Rodrigo; durante más de cuarenta años he pertenecido al Claustro de profesores de esta Universidad como Catedrático de Fisiología Vegetal en la Facultad de Biología en esta Universidad. Fui el primer Decano de esta Facultad durante 14 años, Director del Departamento de Fisiología Vegetal durante nueve y he pertenecido durante veintitrés años de forma ininterrumpida a la Junta de Gobierno de la misma.
En el año 2010, año de mi jubilación, fui nombrado Profesor Emérito. Siempre me he enorgullecido de pertenecer a esta gloriosa universidad, la más antigua de España y de las más antiguas del mundo. Hace unos días, al leer la noticia de que las Facultades de Derecho y de Psicología habían suspendido las conferencias que iba a impartir una profesora israelí por las protestas de una asociación estudiantil, me quedé atónito y, como se dice coloquialmente, se me cayeron todos los palos del sombrajo.
La primera reflexión que me vino a la mente fue cómo era posible que la universidad, mi querida Universidad de Salamanca, que siempre hizo gala de la libertad de expresión entendida como el derecho fundamental que tiene toda persona a expresar y difundir libremente sus pensamientos, ideas y opiniones sin censura previa, suspendiera las conferencias que la profesora israelí Galit Nahari iba a impartir en las Facultades de Derecho y Psicología por la presión ejercida por el Colectivo Estudiantil Alternativo (CEA), que según he leído en alguna información es de extrema izquierda, aunque a mí no me consta su ideología.
La excusa que el Rector da para justificar esta suspensión -"para evitar problemas"- me parece insuficiente y cobarde. La profesora Galit Nahari no venía a Salamanca a dar un mitin político; venía a impartir dos conferencias sobre su especialidad científica. Es una experta en la detección de mentiras durante una entrevista policial. Este es el interés académico y científico de ambas conferencias.
Me imagino que este sería el argumento de valor que dieron ambos Decanos para invitarla a impartir estas conferencias. En el comunicado que dieron conjuntamente, ambos dijeron que: "hay que tener presente que la Universidad es un espacio de libre debate intelectual y de concordia y respeto entre las personas", y también dijeron que: "es inaceptable el señalamiento de una investigadora por el mero hecho de su nacionalidad", conceptos con los que estoy completamente de acuerdo. Sin embargo, se envainaron sus propias palabras y aceptaron el chantaje estudiantil. Usted, Señor Rector, hizo suya esta decisión y permitió que el colectivo CEA se saliera con la suya. ¿Quién gobierna en la Universidad, Sr. Rector? ¿Son los estudiantes los que deciden cuáles son los criterios que hay que tener en cuenta a la hora de programar actividades docentes e investigadoras en la Universidad?
Para terminar, he visto unas declaraciones suyas en las que dice que no se mete en política. ¿Cómo cree usted que va a interpretar la gente el hecho de que, inmediatamente después de suspender las conferencias de una profesora israelí, anuncie la contratación de una profesora palestina?
Recuerde, Sr. Rector, la frase que le dijo Sir Winston Churchill al Primer Ministro británico Neville Chamberlain antes de que comenzara la Segunda Guerra Mundial: "Entre la guerra y el deshonor, habéis elegido el deshonor, y tendréis también la guerra".
Todo lo dicho, con el debido respeto que me inspira el cargo institucional que usted ocupa.
Un saludo cordial,
Gregorio Nicolás
Profesor Emérito
Universidad de Salamanca
El encuentro ha servido para estrechar las relaciones culturales y académicas entre Salamanca y el país asiático
Los investigadores aseguran que la salud mental tiene un impacto mayor que los hábitos de vida sobre la calidad del descanso
El convenio, con una vigencia de cuatro años, comenzará con el alumnado de la Facultad de Informática







