El pasado 12 de septiembre la Diócesis de Salamanca celebró la reapertura de un monasterio, merced a la llegada de la comunidad de las Siervas del Hogar de la Madre, establecidas en el monasterio de Santa María de la Vega, en la avenida de Maristas, que durante más de siete décadas fue residencia de las Oblatas de Cristo, explican desde el servicio diocesano de comunicación.

Ese día el obispo de Salamanca, José Luis Retana, mantuvo un encuentro con las hermanas y el fundador del Hogar de la Madre, el sacerdote Rafael Alonso Reymundo, en el que conoció personalmente a las seis religiosas que integran la comunidad de Salamanca y escuchar los proyectos que desean emprender en la diócesis.

Después, en la capilla del monasterio, el obispo presidió una eucaristía de acción de gracias, a la que se unieron religiosas de otras comunidades de España, así como fieles de varias parroquias salmantinas, jóvenes universitarios, amigos y familiares. El prelado comentó que "vuestra presencia y trabajo serán una gracia para la ciudad de Salamanca y para nuestra diócesis, que nos llena de alegría".

El obispo pidió a las religiosas que mantengan viva la oración por las vocaciones sacerdotales. José Luis Retana aludió a la situación actual del Seminario diocesano, al señalar que "llevamos seis años sin entrar jóvenes en el Seminario y tenemos tan solo un seminarista", aunque "tres jóvenes de la diócesis iniciarán este año la experiencia del Propedéutico", un tiempo de discernimiento de su vocación sacerdotal.

El fundador de la ordene, el sacerdote toledano Rafael Alonso Reymundo, agradeció la acogida recibida y recordó su vínculo con Salamanca, donde estudió Humanidades y Filosofía en la Universidad. Añadió también que la superiora de esta nueva fundación es salmantina "de la parroquia de Jesús Obrero, en el barrio de Pizarrales, aprovechadla bien".

La comunidad de Siervas del Hogar de la Madre de Salamanca se ha erigido con seis hermanas, bajo la guía de la hermana Paquita, que hace unos meses regresó a España tras su misión en Ecuador. 

Su llegada al Monasterio de Santa María ha traído una nueva forma de vida consagrada respecto a la comunidad que la habitó anteriormente. Además, recuerda que fueron las propias Oblatas quienes alentaron su llegada: "Conocían la comunidad y nuestra labor con jóvenes. Entonces quisieron que este lugar estuviera ocupado por vida consagrada, que trabajara con los jóvenes", explica. Tras la marcha de las Oblatas, a finales del mes de junio, las Siervas del Hogar de la Madre se dedicaron a acondicionar el monasterio y a integrarse en la vida del barrio.

Las Siervas del Hogar de la Madre están presentes en seis países (España, Italia, Ecuador, EEUU, Irlanda y República Checa) y en España cuentan con diez comunidades. La de Salamanca es la última abierta en nuestro país.