La noche del sábado, la Plaza Mayor de Salamanca se llenó de expectación para recibir a Lia Kali, una de las voces más prometedoras de la música urbana en español. Con todos los focos apuntando hacia ella, la cantante apareció en escena acompañada de su trío instrumental (teclado, batería y bajo) y dio inicio a un concierto que rápidamente se convirtió en una experiencia intensa y emotiva.

Desde los primeros acordes, Lia Kali mostró su fuerza vocal y emocional, interpretando temas de su álbum debut Contra Todo Pronóstico y su más reciente sencillo Sabe a pureza, producido en Noruega por Toni Anzis. La conexión con el público fue inmediata: cada gesto y mirada transmitía sinceridad y autenticidad.

Uno de los momentos más destacados de la noche fue la interpretación de Constelación, su colaboración con el argentino Duki. Aunque él no estuvo presente, los asistentes corearon cada palabra, demostrando la fuerza de la canción y la capacidad de Lia Kali para llenar el escenario con su presencia. La sorpresa llegó con una versión íntima de Me Muero, junto a Eladio Carrión, donde la cantante mostró su versatilidad y su talento para adaptarse a distintos estilos musicales.

El concierto no fue solo un recital, sino una celebración de su trayectoria, desde sus inicios en las jams de Barcelona hasta su ascenso internacional. Cada tema que incluía colaboraciones con otros artistas se interpretó íntegramente, respetando la esencia de las canciones y demostrando su profesionalidad.

Con un espectáculo cuidado en producción y cargado de emociones, Lia Kali consolidó su posición en la escena musical española y dejó claro que su potencial para conquistar escenarios más grandes es tan grande como su talento