Salamaq vivía este lunes su última jornada y lo hacía, además, con una de las sesiones más esperadas por todos: las subastas. El ganado bovino desfilaba por el recinto ferial, ejemplares de diferentes razas y que cautivaron a un público entregado a disfrutar de una actividad que cada año llama la atención de un buen número de personas.

Los profesionales del campo pudieron sacar a sus mejores ejemplares, diferentes animales que captaron la atención de los interesados en adquirirlos para sus ganaderías. Una compraventa que también contó con curiosos deseosos de conocer los precios y las razas.

Entre las pujas más destacadas figuran un ejemplar de limusín por el que se abonaron 15.500 euros (precio de salida 3.500 euros). Por otro se pagaron 13.400, por otro 12.200 y por un cuarto animal de esta raza 10.200. De hecho, se despacharon 18 de los 21 animales a la venta, todos por encima del precio de salida.

La tónica se repitió en los charoleses, con hasta 10.000 euros por un ejemplar, duplicando el precio de salida; y todos los lotes vendidos. Los machos de blonda de Aquitania también encontraron nuevos dueños en las subastas.

Entre las especies autóctonas, la asturiana de los valles fue la más demandada (hasta 5.300 por el ejemplar más valorado), con todos los lotes vendidos.

Las vacas moruchas, pirenaicas y avileña recibieron menos pujas y algunos lotes quedaron desiertos.

La belleza de los diferentes cuerpos fue pasando por la nave, siendo captados por cámaras que salieron de los bolsillos de los presentes para quedar inmortalizados. El tumulto y el ruido tomaron el lugar, dando paso a las ofertas en una sesión que, como cada año, es el broche de oro de Salamaq.