Mientras el suelo ardía, los bomberos, militares y voluntarios miraban al cielo buscando la estampa de los hidroaviones y los helicópteros. Las llamas de este verano se han combatido con los pies en la tierra y a los mandos de aeronaves capaces de descargar miles de litros de agua allí donde hiciera falta.

La base aérea de Matacán se convierte, seis meses al año, en el 'hogar' de una pareja de hidroaviones propiedad del ministerio de Transición Ecológica, pero operados y mantenidos por pilotos militares del 43 Grupo de las Fuerzas Aéreas, especializado en la lucha contra incendios y que lleva por lema 'Apaga y vámonos'. 

Un avión del 43 Grupo, a punto de recargar. (Foto: Ejército del Aire y el Espacio) 

Según recoge la web de Transición Ecológica, emplean modelos Canadair CL-215T y Bombardier 415, "diseñados específicamente para incendios forestales" y "ampliamente utilizado por países de ámbito Mediterráneo". Pueden cargar entre 5.500 y 6.000 litros y se caracterizan "por su elevada maniobrabilidad gracias a su elevada superficie alar y su gran eficacia y versatilidad en incendio forestal dada su naturaleza anfibia que le permite cargar directamente en ríos, embalses o en el mar". 

Los refuerzos de agosto 

Los dos aviones llegan a Matacán el 1 de junio y se despiden el 31 de octubre. Este verano, dada la virulencia de los incendios que han azotado el oeste español, han contado con 'refuerzos'.

Así, según explican desde el Ministerio de Defensa "a lo largo del mes de agosto aquí ha llegado a haber hasta 6 aviones". Aunque aclaran que "no todos eran de Salamanca (sólo 2 de ellos)" y que el resto "fueron refuerzos de otras bases" entre las que citan a Zaragoza, Albacete, Badajoz, Pollensa o Málaga "que se iban turnando para apoyar durante la gran ola de incendios en el norte del país y 2 aviones de RescEU procedentes de Italia".

Aviones italianos en la pista de Matacán. (Foto: Ical)

Los aviones anfibios destacados este verano en Matacán han intervenido en cerca de un treintena de incendios repartidos por todo el noroeste de España. Según Defensa, han ayudado a extinguir las llamas en Cipérez y El Payo, en Salamanca; y también en las provincias vecinas de Ávila (El Herradón y San Bartolomé de Pinares) y Zamora (Mozuelas de la Carballeda, Gallegos del Río y Porto de Sanabria).

Un poco más al norte, los 'corsarios' asignados a Matacán, como se les conoce, sobrevolaron León para echar una mano con nueve incendios distintos; Asturias, donde combatieron un par más; y las cuatro provincias gallegas, especialmente Orense, donde ayudaron a sofocar siete incendios durante el mes de agosto. En total, una treintena de destinos, "pero no todos", remarcan.

Como dato complementario de la inmensa labor del 43 Grupo, el mes pasado volaron 1.440:05 horas (más preciso imposible) y efectuaron 4.005 descargas de agua (en torno a 20 millones de litros). Se trata de datos nacionales, recogidos en todas las bases aéreas desde las que vuelan allá donde haga falta.