Desde hace dos años, los vecinos de Buenavista, una localidad salmantina situada a pocos kilómetros de la capital, sufren reiteradas pérdidas de cobertura móvil, especialmente durante los fines de semana y los periodos vacacionales. El motivo: los fallos constantes que sufre la antena que da cobertura a la red de Movistar y a otras operadoras que utilizan su infraestructura.

"Vienen, trabajan en la situación, pero al poco tiempo, vuelta a lo mismo", comentan desde el Ayuntamiento, donde son muchos los que acuden con la queja por la falta de servicio. Según explican los técnicos de la compañía acuden a reparar la situación de vez en cuando pero la solución nunca es definitiva.

La hipótesis que más fuerza cobra es que se trata de una antena anticuada, incapaz de dar cobertura a una población que va creciendo, especialmente en determinadas zonas.

La situación afecta de manera particular a la urbanización Cuatro Calzadas, una de las zonas más habitadas del municipio, donde la pérdida de señal es más severa. Allí, los problemas de conexión aumentan de forma considerable durante los fines de semana y en verano, cuando la población se multiplica. Hay que darse cuenta que el aumento de la población durante las vacaciones puede provocar problemas de conexión a internet y telefonía móvil debido a la saturación de las antenas si la instalación se queda obsoleta. Esto se debe a que cada antena tiene una capacidad limitada para manejar el tráfico de llamadas y datos, y un mayor número de usuarios puede exceder esa capacidad. 

Aunque algunos vecinos consiguen cobertura desde la antena situada en Beleña, esta solución es parcial y no alcanza a cubrir a todos los afectados. Otras antenas que dan servicio a otras operadoras no tienen este problema" indican y desde el Consistorio  también ha remitido cartas a Movistar sin obtener respuesta hasta la fecha.

El problema va más allá de las molestias a los usuarios en vacaciones: afecta a personas que teletrabajan, al funcionamiento de servicios que requieren conexión a internet y hasta al acceso a la televisión por plataformas digitales. La saturación de la red provoca fallos tanto en la navegación como en las llamadas, en un momento en el que la conectividad se ha convertido en un servicio esencial.

Los afectados reclaman una solución urgente y definitiva tras dos años de fallos constantes y mientras los vecinos siguen esperando poder hacer una llamada sin cortes o ver una serie sin interrupciones en pleno siglo XXI.