El homenaje se celebrará en el descanso del duelo ante Estudiantes, en un Würzburg rebautizado como Silvia Domínguez, símbolo absoluto de la mayor leyenda del club
32 años del día que Sotomayor tocó en Salamanca el cielo del atletismo
Un 27 de julio el atleta cubano firmó en el Helmántico un récord mundial de salto de altura que sigue vigente aún desafía los límites del ser humano
Tal día como hoy de que hace ya 32 años, el 27 de julio de 1993, la historia del atletismo mundial se reescribía en Salamanca. En las pistas del estadio Helmántico, ante la atenta mirada de un público que aún no sabía que iba a presenciar una hazaña eterna, el atleta cubano Javier Sotomayor se elevó por encima de los límites humanos conocidos hasta el momento y alcanzó los 2,45 metros, estableciendo un récord mundial de salto de altura que, más de tres décadas después, sigue imbatido. Aquel salto no solo rompió una marca: convirtió a Sotomayor en leyenda y a Salamanca en testigo privilegiado de uno de los momentos más gloriosos del deporte.
Tres décadas en las que nadie ha podido superar el conocido como 'Salto de Dios', pero que no fue la primera hazaña del cubano en la capital charra. Y es que apenas unos años antes, en 1988, en el mismo escenario Sotomayor superó por un centímetro el récord mundial del sueco Patrik Sjöberg y lo dejó fijado en 2,43 metros durante el Gran Premio Diputación de Salamanca, celebrado el 8 de septiembre también en el Helmántico. Un récord que él superaría un año después para dejarlo en 2,44.
Apenas cinco años después volvería a alcanzar la gloria del atletismo mundial en una tarde que es historia del atletismo mundial. Aquel día Salamanca celebrar la reunión anual en una cita marcada por el calor estival. En su primer intento realizó tres saltos exitosos de 2,23, 2,32 y 2,38 metros. Después, en el último intento pidió la marca de los 2,45. Aunque falló en el primer salto, en el que la barra cayó al suelo, el segundo quedaría grabado en el imaginario colectivo. Sotomayor utilizó la técnica del 'Fosbury Flop', al igual que todos los saltadores de élite desde los años 70, y lo logró.
Así lo contó en su momento el periódico El País, tal y como recoge Wikipedia: "De pie, a pocos metros de la varilla, repasó mentalmente su salto: la carrera y el despegue. Cuando revisó la película en la cabeza, suspiró, abrió los ojos y se lanzó con una carrera medida y potente. Era el gran Sotomayor. Tenía la potencia y la agilidad del muchacho que comenzó a asombrar a sus rivales cuando apenas había cumplido 18 años. La carrera y la batida fueron tremendas. Sotomayor se elevó oblicuo a la varilla, dobló la espalda y tocó el listón con la parte dorsal. Las piernas pasaron después de un extraordinario golpe de riñones. Aunque la varilla se tambaleaba, el saltador cubano estaba seguro de que no caería. Salió como un huracán de la colchoneta y se abrazó a Guillermo de la Torre. Acababa de batir el récord y de recobrar todo el poderío de sus mejores días...".
Desde entonces, muchos son los saltadores que han intentado batir este récord pero, hasta el momento, ninguno lo ha conseguido. Algunos se han quedado cerca y han llegado a 2,43, como Mutaz Ezza en 2014. Con motivo del 30 aniversario del salto, en 2023, Javier Clavelo, comentarista de la World Athletic y estudioso de la vida del atleta cubano, explicó a EFE que "es probable que Sotomayor llegue en 2027 a 60 años de edad como plusmarquista mundial". Y aunque sea imposible predecir si más pronto o más tarde se llegará a batir esta marca, es innegable que los nombres de Sotomayor y Salamanca están ligados a la historia del atletismo mundial.








