La organización humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF) ha confirmado que el asesinato de la cooperante de origen salmantino María Hernández Matas y de sus dos compañeros en el norte de Etiopía fue un ataque intencionado y selectivo.

Así lo recoge el informe de la investigación interna hecho público este martes en una rueda de prensa en Nairobi, donde la ONG ha denunciado que los tres trabajadores humanitarios, claramente identificados, fueron "ejecutados" a tiros.

María Hernández, de 35 años y con raíces en el municipio salmantino de Sanchotello, fue asesinada el 24 de junio de 2021 en la región de Tigré, una zona sumida en una brutal guerra civil entre las fuerzas regionales y el Gobierno federal etíope. En el momento del ataque, Hernández viajaba en un vehículo de MSF junto a los cooperantes etíopes Tedros Gebremariam, de 31 años, y Yohannes Halefom, de 32.

Los tres fueron hallados sin vida, a pocos metros del coche, en circunstancias que ahora se confirman como un crimen deliberado.

El informe no precisa quiénes fueron los responsables del asesinato, pero subraya que no se trató de un daño colateral ni de un accidente. "La investigación confirma que el ataque fue un asesinato intencionado y selectivo", ha señalado MSF en su comunicado.

Tras su trágica muerte, la Junta de Castilla y León concedió a María Hernández la Medalla al Mérito Profesional a título póstumo, destacando sus valores humanos y su compromiso con los más vulnerables en contextos de conflicto y emergencia.

María Hernández llevaba años dedicada a la ayuda humanitaria. Su labor con Médicos Sin Fronteras la llevó a varios países en crisis, siempre con el objetivo de aliviar el sufrimiento de quienes más lo necesitaban. Su asesinato, aún impune, deja una huella profunda en la comunidad humanitaria y en su tierra natal, donde sigue siendo recordada como un ejemplo de entrega y valentía