Te contamos todos los detalles del partido que medirá a los dos equipos desde las 16:00 horas de este domingo 14 de diciembre
La jugada más esperada: Iyana Martín regresa al vestuario de España y desata la emoción
Tras varios días hospitalizada en Grecia, la base salmantina sorprende a sus compañeras en plena concentración
A veces, los momentos que no se juegan sobre la pista son los que más se graban en la memoria de un equipo. Y el regreso de Iyana Martín, base de la selección española de baloncesto, fue uno de ellos.
Después de pasar varios días ingresada en un hospital de Grecia por un fuerte dolor abdominal que la apartó de los cuartos de final del Europeo, Iyana regresó este sábado a la concentración del equipo nacional. Lo hizo por sorpresa, irrumpiendo en la sala donde se encontraban las jugadoras cuando casi nadie lo esperaba, en mitad de la preparación de una nueva batalla por el oro continental.
Las reacciones lo dijeron todo. Algún atisbo de lágrima, abrazos y una emoción en todos, particularmente compañeras como Awa Fam o Andrea Vilaró, que no pudieron contener la emoción al ver a su compañera de vuelta que rápidamente ocupó su sitio para escuchar la charla previa al entrenamiento en el que se ajustarán los detalles para jugar ante Bélgica.

Durante su ausencia, el equipo la tuvo presente en cada paso: su camiseta estuvo colgada en el vestuario, visible en las celebraciones y en cada dedicatoria tras las victorias frente a República Checa en cuartos y Francia en semifinales.
Por si hiciera falta más, una energía emocional que ya era motor para el equipo. Con la mirada ya puesta en la gran final, España sabe que cuenta de nuevo con una de sus piezas clave más allá de juego, en el alma del equipo.
El conjunto salmantino no encontró ritmo ni continuidad y se vio superado por un rival más sólido durante todo el encuentro (61-72)
El conjunto salmantino fuerza la prórroga tras ir 18 abajo al descanso y se impone por 97-105 para sumar su novena victoria
El equipo se fue al descanso con ventaja, pero acabó perdiendo el ritmo y pagándolo caro (32-28)








