Salamanca vivió este viernes una jornada artística tan intensa como variada, gracias a la programación del Festival Internacional de las Artes de Castilla y León (FÀCYL 2025), que encara su tramo final con propuestas que fusionan talento local, figuras internacionales y una notable diversidad de géneros.

La Plaza Mayor se convirtió en una pista de baile al aire libre con la actuación del DJ salmantino Luis Montero, conocido artísticamente como Unruly Youth. En un espectáculo de gran formato y sin precedentes en la ciudad, el artista reunió a centenares de personas para celebrar la historia y evolución del reggae, desde sus raíces jamaicanas hasta sus expresiones más contemporáneas.

Unruly no estuvo solo en el escenario: compartió cartel con tres figuras destacadas del panorama reggae internacional. La jamaicana SumeRR aportó energía y carisma con una voz potente que conectó con el público desde el primer instante; Lion Sitté, referente del reggae en español, imprimió carácter con sus letras conscientes y vibración urbana; y Skarra Mucci, conocido por su estilo versátil y contagioso, cerró el show con un estallido de dancehall, hip-hop y soul que hizo vibrar el ágora charra.

La actuación fue concebida como un homenaje al reggae como herramienta cultural y política, subrayando su capacidad para abordar temas sociales, espirituales y de identidad. Para muchos de los asistentes, fue una experiencia inmersiva, festiva y emocional, que permitió descubrir nuevas voces y conectar con una música que traspasa fronteras y generaciones.

Pero el FÀCYL también ofreció humor y sorpresa en otros rincones de la ciudad. En la Plaza de Anaya, la artista austríaca Barbara Probst presentó Bath-Flop, un espectáculo de comedia física que arrancó carcajadas en pequeños y grandes con una peculiar puesta en escena: una bañera indomable y su excéntrica dueña protagonizan una aventura burlesca con sabor marino.

Probst, exartista de circo y clown con más de 30 años de trayectoria en el teatro callejero y cabaret, construye una historia sin palabras, cargada de acrobacias, gestos exagerados y humor slapstick, en la que cada chapuzón y tropiezo es parte de una coreografía cómica impecable. La obra, aclamada en distintos festivales europeos, tendrá una segunda función mañana, en el mismo enclave.

Con estos contrastes –del beat rítmico del reggae a la poesía visual del clown–, el FÀCYL 2025 continúa consolidándose como una cita de la cultura contemporánea, apostando por una programación ecléctica, accesible en espacios públicos. Una celebración del arte en todas sus formas.