Llega una pequeña revolución al servicio de autobuses de Salamanca, tal y como dejó entrever el concejal de Tráfico y Transportes, Ángel Molina, en el último pleno. 

Las novedades más importantes atañen a la renovación de abonos y la recarga de tarjetas. La intención del Consistorio -y de la empresa concesionaria- es que los usuarios puedan acometer esta tarea directamente desde su hogar o desde el móvil, sin tener que abonar la recarga en los autobuses o en las oficinas de Gran Vía. Según fuentes municipales, los cambios comenzarán a aplicarse en julio.

A partir de ese mes los viajeros tendrán dos posibilidades. La primera será seguir como hasta ahora, 'picando' la tarjeta al entrar en el bus y recargando con dinero en metálico.

La segunda posibilidad, la más novedosa, consiste en "migrar su tarjeta actual" a un nuevo modelo de tarjeta, conocido como V2, que se despachará en las oficinas de Salamanca de Transportes, en la Gran Vía. Este tipo de tarjetas permite las recargas en metálico y también a través de internet. 

¿Cómo recargo el bonobús desde casa?

Cuando el viajero tenga en su poder una tarjeta V2 y desee recargarla, sólo tendrá que entrar en la web de Salamanca de Transportes.

La empresa habilitará un espacio en la citada página "para que el usuario pueda introducir su UID de la tarjeta -un identificador- y recargarla". Según el Consistorio, en ese momento "se le cobrará el importe" y cuando suba al bus y 'pique' por primera vez "automáticamente el dispositivo verá que hay una recarga registrada y actualizará la información en la tarjeta", descontando el precio del viaje. Este sistema se empleará tanto en las tarjetas monedero como en los bonobuses mensuales.

A mayores, Salamanca de Transportes está desarrollando una aplicación para que el pasajero registre su bonobús y lo recargue "a través de su tarjeta bancaria o wallets digitales, para mayor comodidad".

Los cambios que se avecinan estan contemplados en el contrato del servicio y formarán parte de la lista de renovaciones ejecutadas a lo largo de los últimos meses, como los códigos QR en las marquesinas, la colocación de pantallas con los tiempos de paso o el pago con tarjeta de crédito. Algunas de estas modificaciones han recibido críticas por parte de la oposición debido a que, aseguran, no siempre funcionan como deberían.