La Junta de Extremadura ha solicitado al Gobierno de España una inversión de 1.200 millones de euros para la reapertura del eje ferroviario Ruta de la Plata, comenzando por el tramo entre Plasencia y Salamanca, con el objetivo de extender posteriormente la conexión hasta Astorga (León). Esta petición se enmarca en el contexto del anuncio de nuevas inversiones en materia de defensa por parte del Ejecutivo central.

La propuesta fue presentada por el director general de Movilidad y Transportes extremeño, Cristóbal Maza Olivera, durante una comparecencia en la Asamblea de Extremadura. En su intervención, Maza defendió que esta infraestructura, históricamente reclamada por el oeste peninsular, no solo beneficiaría al sector militar, sino que vertebraría el territorio, fomentaría el desarrollo económico y la creación de empleo y reduciría hasta en un 25 % los costes logísticos para las empresas.

El director general instó al Ejecutivo central a priorizar esta conexión ferroviaria, que uniría Extremadura con Salamanca, provincia clave de Castilla y León, como paso inicial para "coser el agujero ferroviario" que persiste en la zona occidental del país. Además, señaló que esta obra no puede seguir relegada hasta el horizonte de 2050, como prevé actualmente la Red Europea Básica de Transportes.

Asimismo, la Junta planteó la mejora de la base aérea de Talavera la Real, con tecnologías que permitan operar con baja visibilidad. Esto beneficiaría tanto a la aviación militar como a la aviación civil y comercial, reduciendo cancelaciones por niebla, algo frecuente en la zona.

Sin embargo, la propuesta fue criticada por el diputado de Unidas por Extremadura (UPE), Joaquín Macías, quien acusó al Gobierno autonómico de utilizar un enfoque "demagógico" al vincular el gasto militar con el desarrollo rural. Según Macías, "Extremadura necesita estas infraestructuras con o sin rearme" y no debe depender de una "política belicista" para recibir inversiones en transporte.

La reapertura del ferrocarril Ruta de la Plata, cerrado al tráfico de pasajeros en 1985 y posteriormente también al de mercancías, sigue siendo una reivindicación clave para provincias como Salamanca, cuya posición geoestratégica podría convertirla en un nodo logístico esencial para conectar el norte y sur de España por el oeste.