Con diez desde antes del descanso, Unionistas pagó cara una inferioridad que se tradujo en problemas para controlar el choque, generar peligro y mirar a la portería rival. Todo ello en una tarde en la que otros resultados no acompañaron. Al final, un 0-0 con mal sabor de boca.

La energía de Unionistas de Salamanca se demostró desde el inicio. El colegiado señaló el arranque y los charros salieron con fuerza. La tensión estaba presente en la grada y en el terreno de juego, pero en el primero de los dos lados la ilusión tomó el mando y los cánticos acompañaron a los jugadores.

La acción llegó desde las botas de Rastrojo, el jugador que apareció primero. El extremo recibió un balón frente al área, pero se durmió y la defensa llegó a despejar antes de que cargase la pierna. La intensidad, eso sí, prosiguió. Con dos centros laterales el miedo entró en el cuerpo de la defensa turiasonense, aunque también hubo miedo en el área rival con un balón muerto en el minuto 10 que tuvo que sacar la defensa en el último suspiro.

La etiqueta de mejor jugador local se la repartieron a partir de ese momento entre Vergés y Jonny. La banda izquierda fue un quebradero de cabeza para los visitantes y desde ese lado llegó un córner botado al primer palo que remató Rastrojo y se fue por arriba. La primera acción clara de peligro de los blanquinegros tuvo que esperar hasta el minuto 14 para aparecer. Iván Moreno controló por la banda derecha, se metió hacia dentro y probó con un disparo al segundo palo que se marchó cerca de la portería.

El ritmo comenzó a bajar desde entonces, pero Unionistas estuvo muy cerca de celebrar el gol después de evitar el 0-1. Los locales estuvieron al borde del llanto en el minuto 35 al perder una pelota cerca del área que acabó con un disparo al palo de Mena, pero la suerte estuvo de su lado.

No lo estuvo en los últimos minutos antes del descanso. A dos minutos del final llegó la explosión que acabó con todo. Jonny Arriba mandó una falta al larguero y Serrano se encontró con Yoel en el rechace, pero en el contraataque Unionistas se quedó sin red. Jordi Tur hizo una falta en campo propio para parar a Luis Rivas y el árbitro no dudó en expulsarlo al ser el último hombre. A partir de ahí cambió todo.

La Sociedad Deportiva Tarazona tuvo a favor la superioridad numérica, pero también la intensidad. La caída de Unionistas fue a la velocidad de la luz tras la expulsión. Con uno menos, los de Acciari se quedaron sin fuerzas para contrarrestar a los aragoneses. El argentino apostó por Pau y Dani García, pero la jugada no surtió efecto.  

Unionistas tuvo dos jugadas aisladas y en las dos falló con todo a favor. Rastrojo fue el primero. En el 55', el extremo ganó en velocidad a un defensor, se metió en diagonal y tardó en disparar y, al hacerlo, lo hizo cruzado, permitiendo al rival meter la pierna y evitar el 1-0. Pero la más clara llegó a falta de un cuarto de hora. Gorka Santamaría controló dentro del área, cedió a Dani García y este, sin portero ni rival, la mandó directamente fuera. El lamento se instaló en el Reina Sofía por segundos, porque la grada comenzó a animar como nunca.

La grada estuvo como nunca, pero el equipo no respondió. La mejor noticia llegó en el estadio salmantino al mantenerse el 0-0, ya que Unionistas puede mantenerse una semana más fuera de descenso. Ahora, encara la última jornada con un punto de margen sobre el descenso para visitar a un Barça Atlètic que mantiene opciones de salvación.