El palacio de Orellana, en la calle San Pablo de Salamanca, es un vistoso palacete urbano actualmente cerrado a las visitas, pero esa situación tiene importantes visos de cambio.

El anuario de 2024 del procurador del común -el defensor de pueblo de Castilla y León- revela que hay 118 Bienes de Interés Cultural (BIC) que incumplen el artículo 25.2 de la Ley de Patrimonio Cultural que les obliga a "facilitar la visita pública en las condiciones que se determinen, que en todo caso será gratuita durante cuatro días al mes, en días y horario prefijado, lo cual se anunciará".

Orellana es el único BIC de Salamanca en esa lista, pero fuentes de la Junta de Castilla y León señalan que la administración autonómica y la familia Pérez de Herrasti, propietaria del edificio, están trabajando para que el palacio se atenga a la norma.

Palacio de Orellana.

La Junta, que les ha requerido "varias veces" la apertura del histórico inmueble, actualmente está "pendiente" de que "planteen un plan de visitas" que sea "compatible" con el uso privado del inmueble como vivienda. Salvando las distancias, es un caso similar al de Monterrey: el edificio es propiedad de la Casa de Alba, que lo emplea como residencia ocasional, pero los turistas pueden acceder a algunas habitaciones, salones y terrazas. Desde el Ayuntamiento de Salamanca, por su parte, corroboran que la familia "está trabajando en un proyecto para abrirlo, porque quieren cumplir con la legalidad".

Las negociaciones entre la Junta y los Pérez de Herrasti están siendo "amigables". Ambos persiguen que se pueda cumplir la ley y que el palacio está disponible "al menos una vez al mes".

Por ahora no se han filtrado posibles fechas ni condiciones para la apertura. En la Junta recuerdan que los tratos con la Casa de Alba para poder entrar en Monterrey se prolongaron "mucho tiempo".

"Obra excepcional"

El Palacio de Orellana fue declarado Bien de Interés Cultural hace 25 años. Según la descripción del investigador José Ramón Nieto González recogida en el portal de la Dirección General de Patrimonio Cultural, "es obra excepcional por sus soluciones clasicistas en la rica serie de palacios salmantinos, caracterizados muchos de ellos por la abundancia ornamental; aquí, por el contrario todo se reduce a pura arquitectura sin ninguna concesión decorativa, aunque desde el punto de vista proyectual recuerda las soluciones de Monterrey".

El autor destaca también que la fachada tiene "dos pisos más un paseador y una torre, levantada al mediodía", que la estructura de la galería-mirador "también es adintelada y sostenida por pilares que rematan con zapatas, elemento éste que no se prodiga precisamente en los edificios de Salamanca" y que el patio tiene forma de letra L.

El portal de turismo de la Junta, por su parte, añade que se levantó en 1526 y que es un "edificio de arquitectura clasicista con influencias manieristas". Destaca igualmente que "uno de los elementos más originales es la escalera de comunicación de la galería alta y baja, situada en uno de los extremos de la fachada y detrás de la torre".