La poeta colombiana Piedad Bonnett ha expresado su es intención de afrontar el futuro ligado a su lenguaje más entrañable. "Espero que la poesía no me abandone nunca", ha afirmado, matizando que "la poesía lo puede abandonar a uno" y, para ella, "eso sería la tristeza más grande por podría tener", pues es lo que, a lo largo de su vida le comportado "más satisfacción y más alegría".

La escritora, galardonada con el XXXIII Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, otorgado por Patrimonio Nacional y por la Universidad de Salamanca, se mostró "orgullosa" por un reconocimiento que, según reconoció, "merecerían innumerables escritores, poetas importantísimos, tanto en España como en América", justo antes de participar en una jornada de estudio en su honor celebrada este miércoles en la Facultad de Filología de la Usal.

En declaraciones recogidas por Ical en el Palacio de Anaya, Bonett ha recordado que hay un nuevo libro en camino, pero se detuvo a valorar la antología poética publicada bajo el título 'La oscura disonancia', con motivo de la concesión de este galardón, de la mano de su antóloga, Francisca Noguerol. "Nunca había visto un estudio tan completo y, sobre todo, que relacionara mi poesía con mi prosa".

Según abundó, esa conexión le resultó especialmente gratificante. "Yo tengo muchas novelas, aunque considero que mi trabajo fundamental es el de la poesía, pero ella estableció unos nexos que incluso me iluminaron a mí misma", refirió. En ese análisis, prosiguió, "no hay nada de academicismo vano, nada vacuo, realmente todo es ahí muy importante". "Es muy amplia, es muy completa, yo creo que es un libro que va a servir a la gente que no me conoce y que a mí me tiene muy emocionada y muy agradecida", comentó.

Sobre la jornada destinada a su obra en la Facultad de Filología, se mostró "emocionada" a la espera de escuchar a los académicos que estudian sus escritos y que, según comentó, "van a hablar seguramente, no solamente desde el conocimiento sino desde el corazón". "Estoy muy feliz de estar en Salamanca, una ciudad que conmueve con su belleza. Realmente uno vuelve a pensar en todo lo que le debemos a tantos y este patrimonio extraordinario que se ha cuidado con cariño y amor durante tantísimos años", añadió.

Bonnett, recién llegada en pleno apagón de la Feria del Libro de Bogotá, reflexionó en último término sobre la vigencia del lenguaje poético en la actualidad. "Internet ha ayudado mucho a la poesía. Cualquier lector que le guste medianamente la poesía, puede hacer búsquedas y hallazgos fundamentales. Y aquí en España yo creo que hay fervor grande por la poesía, hay una tradición inmensa, muy pesada, pero en Colombia también", matizó.

En este sentido, reconoció su satisfacción por encontrarse habitualmente gente joven en la firma de libros. "'Lo que no tiene nombre', que se enseña en los colegios y en las universidades, me ha traído un público juvenil muy amoroso, pero mucha gente viene con la poesía. No porque los colegios sepan enseñar muy bien la poesía, creo que no, sino que de pronto alguien les hace descubrir ese lenguaje y eso es como meterse en un mundo muy hondo y que trae muchas recompensas. Para la gente joven yo creo que la poesía es fundamental y lo digo por experiencia propia", concluyó.