Una oportunidad para "reivindicar" y redescubrir a uno de los "grandes artistas" salmantinos del siglo XX

José Luis Núñez Solé fue "uno de los grandes artistas de Salamanca de la segunda mitad del siglo XX" y "es de justicia" reivindicar su figura. Son las palabras del director del Servicio diocesano de Patrimonio Artístico, Tomás Gil Rodrigo, al presentar la nueva exposición del Palacio Episcopal 'Esencial', dedicada a la obra de Núñez Solé, un escultor de origen zamorano que desarrolló toda su vida artística en Salamanca, donde dejó numerosas piezas de arte sacro y civil en iglesias, edificios particulares y facultades universitarias.

Núñez Solé falleció en 1973, a los 46 años. Para el arte "fue una gran pérdida" porque se encontraba en un momento de plenitud creativa. Pese a su abundante obra, Salamanca comenzó a olvidarle y hoy en día "no le conoce", admite su hija, la doctora Amparo Núñez. "Murió joven", legó "una producción muy extensa" y ahora, 50 años después de su deceso, hay que "reivindicarlo".

La muestra hace honor a su nombre y recoge piezas y bocetos esenciales para entender la obra de Solé, formado en la Academia de Bellas Artes de San Fernando y estudioso de escultores franceses como Rodin o Maillol. Gran parte de su trabajo tiene un componente religioso, con un matiz innovador: un 'Crucificado' en la Peña de Francia; una 'Santa Teresa' para las Teresianas; el sepulcro del obispo Barbado Viejo; piezas en la iglesia de Fátima y María Mediadora... También talló piezas civiles y relieves en la fachada del antiguo hotel Monterrey, en edificios en rector Lucena y la calle Toro. Esculpió el friso de la facultad de Ciencias que, en opinión de su hija, "está pidiendo una restauración", el 'Monumento a la Unificación' en Salesas y alegorías del trabajo y la paz para la Casa Sindical, entre otros.

La exposición, visitable hasta el 29 de septiembre y de acceso gratuito para los vecinos de Salamanca, incluye obras de menor tamaño, bocetos de esculturas y dibujos. Amparo Núñez destaca la variedad de técnicas escultóricas y de materiales que empleó durante su vida laboral, como plomo, cobre, madera u hormigón. Tomás Gil, por su parte, reivindica el año de trabajo que hay detrás de la muestra, fruto de reuniones con la familia y con estudiosos del arte para darle forma. "Estamos muy contentos. Este evento será importante para Salamanca y para los visitantes, que podrán conocer a Solé y a su obra". También servirá de 'aperitivo' para el centenario de su nacimiento en 2027. Según Gil, servirá para probar la "talla cultural" de Salamanca.