En el escenario principal del baloncesto femenino español, en ese en el que finalmente se disputan las cosas importantes, desde hace un par de años han surgido nuevos actores dispuestos a asumir el papel protagonista y la rivalidad por lograrlo frente a los de 'toda la vida' se ha acentuado. Pese a los emergentes, la esencia que tienen los 'clásicos' es incuestionable y ahí nada supera un Avenida-Girona o Girona-Avenida. Duelos ha habido muchos pero si hablamos de 'clásico' es por algo y es que estos dos equipos alcanzaron año tras año la rivalidad más espectacular del baloncesto a base de pugnar por ser el mejor. Una final tras otra, un partido clave tras otro y en un momento de otros proyectos dispuestos a alcanzar la cima rapidamente, los clásicos ahí siguen y esta vez para buscar una plaza en el capítulo final.

Seguramente hay un mensaje que las azulonas se han repetido una y otra vez en la última semana y es que no pueden permitirse una salida a un partido en la que se vean superadas por la intensidad del rival. Aprender de las experiencias vividas es algo que curte a los equipos y el salmantino tuvo en Fontajau una puesta en escena que en muy poco se pareció a la que se vio en Ferrol.

Replica y contraréplica de inicio, con acierto notable de una Leo Rodríguez que en tiro exterior o penetración escondiendo el balón, sumaba siete puntos en cinco minutos y acompañaba así la aportación de Delaere y la pareja interior. Ese era el toma del equipo salmantino y por parte del gerundés el daca lo daban Nicholson y Mendy desde el exterior y Magarity, que sin duda es el gran activo ofensivo del equipo de Íñiguez. Así en el duelo se imponían los ataques con un marcador alto y ajustado 16-18 a tres del final del cuarto.

Nicholson retaba a la defensa de Avenida con lanzamientos lejanísimos y ponía a su equipo por delante pero en el reparto del salmantino aguantaba con serenidad y con gran trabajo al rebote de Koné. Jugó con inteligencia las dos últimas posesiones el equipo salmantino y con una recuperación y un último triple de Vilaró acababa por delante el primer cuarto, 23-26.

Buen inicio del segundo con dos aciertos para el equipo azulón que obligaban al tiempo muerto rápido de Íñiguez pero Avenida seguía a lo suyo, con disciplina al rebote, muy buen movimiento de balón y acierto coral excelente en particular desde 6,75. Dos triples consecutivos de Delaere permitían alcanzar una máxima de +13 (23-36). Cinco puntos de Ainhoa López daban cierto alivio a Girona que tenía una pequeña reacción tras la que el que pedía tiempo muerto era Nacho Martínez recordando a las suyas que hay jugadoras a las que no hay que permitir coger rachas. Si el que había llevado el peso de la escena en el inicio de cuarto era Avenida, ahora era Girona el que tenía la idea más clara aprovechando las continuaciones de sus pívots y la decisión de Ygueravide y así, poco a poco, iba restando puntos a su desventaja. Se ponía a cuatro a cuatro minutos para el descanso.

Era evidente que había subido el nivel defensivo el equipo de Íñiguez, más intenso sobre balón y también más agresivo al aro sumando también alguna canasta con fortuna casi sobre límite de posesión. Una buena defensa azulona y dos puntos a la media vuelta de una Hatar más entonada entrando ya en la recta final permitían a Avenida estirar un poco la exigua renta con la que se había quedado. Al final Leo Rodríguez sobre la bocina la estableció en siete puntos, 41-48.

Si el ataque comenzó marcando el paso en el inicio del partido era la defensa de Girona la que definía el inicio de la segunda mitad y ese trabajo atrás con Mendy sobre Carter consiguiendo retrasar mucho la posesiones y las interiores muy vigiladas le permitía mantener bloqueado el ataque de Avenida y remontar con un parcial de 8-0 hasta el 49-48 con el que Martínez pidió tiempo muerto.

El bloqueo ofensivo llegaba a ser preocupante. Malos ataques y ya seis minutos sin sumar así que no rentaba pese a que se elevaba el rendimiento atrás, 51-48. Ninguno anotaba fácil pero desde el tiro libre Girona iba incrementado su ventaja y desde ahí Tolo ponía la máxima de cinco puntos, 53-48. Por fin anotaba Prince después de casi ocho minutos y un triple de Carter evitó vino bien para que después de horrible cuarto ofensivo al menos el rival solo tuviera cuatro puntos de renta.

La alarma roja se encendía porque Avenida seguía con una venda sobre los ojos cuando atacaba y atrás permitía un acceso demasiado fácil hasta su zona donde Girona lograba o puntos fáciles o faltas de tiro y así se iba nueve arriba. Ninguna de las bases había conseguidio hacer fluir el balón, las penetraciones se topaban con la dureza defensiva de Girona y en rebote y las pugnas de balón dividido estaban más vivas las locales así que tras un nuevo tiempo muerto Martínez que no daba con la tecla y terminaba por situar a Vilaró al '1'. 

Tras la canasta de Leo Rodríguez tiempo muerto local, regresaba Carter a pista y cinco minutos por disputar con un +7 para las de Fontajau. En la pista parecía un quiero y no puedo por parte de un Avenida que no acertaba a leer el ataque y encima llegaban dos triples, Mendy y Nicholson, que situaban el +11 a dos y medio del final cuando se iba parte de la luz en el pabellón de Fontajau.

Pequeño parón y a la canasta de Carter respuesta de Margarity, tras tres rebotes ofensivos muestra de un hambre local que Avenida no tuvo o no supo encauzar. Al final 73-61 tras no poder aprovechar la posesión última de nueve segundos.

Otro +12 en contra como losa después de un duelo que empezó con estrella pero en el que acabó estrellado.