La barrera natural del río Tormes se ha difuminado con el tiempo. El Puente Romano fue el primero que lo salvó y con los siglos fueron construyéndose más para coser las dos orillas de la ciudad. También se aprovecharon los vados naturales y se construyeron pasarelas.

Una de las últimas infraestructuras diseñada para cruzar el río es la pasarela entre Huerta Otea en la margen derecha y los huertos urbanos en la izquierda. Se trata se una ruta peatonal y clclista, con el ánimo de generar nuevas zonas de ocio y deporte y facilitar la movilidad entre los dos lados del Tormes

A tenor de los datos que maneja el Consistorio, el objetivo se ha logrado. Según las últimas mediciones de uso, acometidas durante la primera semana de abril de 2024, una media de 700 peatones cruzan a diario la infraestructura, a los que se sumarían un centenar de ciclistas y una quincena de patinetes, aproximadamente. Durante el fin de semana las cifras menguan: unos 254 usuarios los sábados y 351 los domingos, con una gran mayoría de peatones (216 y 323, respectivamente).

Las primera mediciones arrojaban cifras diarias de unas 300 personas. Los guarismos han crecido con el paso del tiempo y la deseada "movilidad sostenible" se ha manifestado, dado que el uso de la pasarela "es mucho mayor en días laborables", desmintiendo "la creencia" de que se emplea "en fines de semana para hacer deporte", explican desde el Ayuntamiento, y promoviendo la interconexión entre dos barrios separados por el caudal del Tormes.  

Las pasarelas sobre el Tormes -a lo largo de los últimos años se han levantado tres- fueron el año pasado uno de los tres proyectos finalistas en el certamen de mejor iniciativa española sufragado con fondos europeos en la categoría 'Europa Se Siente Conectada'. Este 2024 el Consistorio competirá por un nuevo galardón.