La ciberdelincuencia es "una nueva pandemia" y como ejemplo uno de cada cuatro delitos ya se produce de manera online. Así lo ha apuntado el teniente coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil en Salamanca, Pedro Merino para avisar de que la socidad debe estar precavida y conocer los riesgos que entraña el uso de las nuevas tecnologías.

Un mensaje que ha lanzado en una jornada de sensibilización sobre ciberseguridad y ciberdelincuencia impulsada por la Guardia Civil, la Universidad de Salamanca y Caja Rural. Con ella, pretenden divulgar la importancia de estos aspectos tanto en el sector empresarial como en el docente y a nivel de particulares, poniendo en valor los riesgos de las TIC para que los usuarios puedan reducir el riesgo de ser víctimas de un ciberataque.

Merino advirtió de la necesidad de denunciar las posibles estafas que puedan sufrir en la web a las entidades responsables de su gestión y de su resolución, en el ámbito administrativo y judicial y penal. "De esa manera conoceremos el volumen real que tenemos y formas mucho más específicas para atacar esos incidentes", explicó.

La solución a estos delitos, que van en ascenso, pero todavía no han adelantado a la delincuencia tradicional, se encuentra en el desarrollo de nuevas herramientas de la mano de empresas y universidades, y en la divulgación y sensibilización dirigida hacia los usuarios, según el teniente coronel jefe.

Este programa está compuesto por tres mesas redondas, orientadas al ámbito preventivo, a la parte reflexiva donde entra en juego la unidad de ciberdelincuencia y la investigación sobre las herramientas que pueden ponerse en marcha para paliar estos delitos. En ellas participarán expertos de la Usal, el Incibe, Guardia Civil y Caja Rural.

Por su parte, el director de la Cátedra almirante Martín Granizo de la Usal, Daniel Terrón, incidió también en que la ciberseguridad y ciberdelincuencia son ámbitos "en los que la prevención es absolutamente determinante" aclarando que "la persecución es una herramienta, pero no es la solución". Por ello, apostó por llegar a los usuarios y a las y "enseñar a la gente que tiene que adoptar medidas de autoprotección para contribuir a un nivel de seguridad óptimo en el ámbito del ciberespacio".

Por último, la directora de Caja Rural Salamanca, Isabel Martín, abarcó la responsabilidad de las entidades bancarias para reforzar sus sistemas y, por ende, que los datos de los clientes estén a salvo. Aun así, advirtió de que esto no es suficiente, debido a que los delitos "se están cometiendo en la soledad de las casas de los clientes" mediante, por ejemplo, llamadas telefónicas.