Los dos equipos tenían claro de la importancia del duelo y se notó desde el segundo uno. Si normalmente un partido de Euroliga tiene intensidad, el capítulo inicial entre Avenida y Veretta comenzó con las revoluciones disparadas. Ambos equipos muy metidos en el partido, con el acierto inicial de Avenida en buenos minutos de Silvia Domínguez y Laura Gil y la respuesta del equipo de Bolonia que apuraba sus posesiones hasta encontrar aro y dar respuesta a los puntos locales.

Parecía que el partido apuntaba a puntuación alta aunque eso sí que fue un espejismo porque el acierto fue desapareciendo. Primeras rotaciones y debut para Horvat en Euroliga con sus dos primeros puntos con un lanzamiento pegado a la línea de tres. Pese a algún desajuste y también alguna canasta afortunada de las visitantes, atrás buenas acciones defensivas en el 1x1 que permitían cerrar el primer cuarto con ventaja local, 17-13.

El ritmo era vertiginoso y fruto de ello también llegaban los errores. Esa velocidad y ganas de resolver las pagaba Avenida con un par de penetraciones a aro de Cakir que se quedaban cortas. Cuatro puntos que se iban y, por contra, en sus transiciones tras rebote Virtus sí anotaba y ponía el 19-17 con el que Vázquez paraba el partido en tiempo muerto.

Virtus movía el balón por fuera, con cuatro jugadoras, incluída Cox, amenazando dsde 6,75 y una hiperactiva Zandalassini. Seguía apurando sus posesiones, lo que ponía a prueba la capacidad de Avenida para sostener su concentración defensiva. De hecho defendía mejor esos ataques estáticos y recibía más castigo en transiciones porque Virtus controlaba bien su rebote e intentaba correr.

Eran minutos en los que defensas se imponían a ataques, cada punto costaba sangre y sudor, aparecían demasiados errores no forzados en ambos lados y el partido que parecía ir a toda velocidad en realidad había perdido ritmo y Vázquez tenía que pedir tiempo muerto a 1'30" del final porque se sucedían esos errores. A Çakir, que se aplicaba atrás, en ataque le pesaban esos primeros errores en sus penetraciones y tras un mal pase interceptado Zandalasini ponía a su equipo por primera vez delante y así se fue al descanso tras un acierto triple sobre la bocina, 26-28 de la propia alero italiana.

Avenida no había conseguido estar cómodo en todo el primer tiempo. De hecho un equipo que venía anotando muchos más puntos se había quedado en guarismos bajos y había que ver si el paso por vestuarios conseguía darle una vuelta de tuerca a su juego. A falta de puntería había que aplicarse atrás, no permitir un ataque fácil a Bolonia y con mucho trabajo, y tratando de obviar algún error por querer correr más de la cuenta, Avenida se volvía a situar por delante con un triple de Gil al que poco después seguía otro de Vilaró para el 34-30. Repetía Vilaró, liberada en el tuya-mía con Gil y es que ambas eran las primeras en liberar la muñeca y atacar sin miedo el aro de un Bolonia cuyo técnico Pierre Vinent pedía tiempo muerto, 37-30.

Celebraba la grada los dos primeros puntos de Çakir, a la que pese a los errores se la veía con el empeño de salir de su propio embrollo mental. Liberaba tensión y sus tres puntos venían bien para cortar el parcial 0-4 que sumaba Bolonia tras aquel tiempo muerto. Importante tambié el triple sobre la bocina de Leo Rodríguez antes de que Zandalasini volviera a cerrar el parcial sobre el límite del tiempo, 43-37.

El partido estaba más tenso que el silencio justo antes de que estalle la tormenta y más se ponía tras cuatro puntos desde el tiro libre del equipo visitante a los que había que sumar una técnica a Pepe Vázquez ante las quejas por el diferente criterio en las zonas. Zandalasini sacaba a relucir su clase para igualar el duelo y Avenida pegaba un pequeño estirón tras canasta de Koné y triple de Leo Rodríguez, 52-47.

Triple de Pasa y respuesta de Vilaró. Momento para valientes porque cada balón se convertía en una batalla de cosacos. Para enredar más el tema las decisiones arbitrales no jugaban a favor de Avenida que encajaba un 0-4 que volvía a igualar todo, 55-54. El peor momento para comete run error y tras una pérdida, Peters sumaba y ponía a Bolonia por delante, 56-58, con 1'20" por jugarse. Avenida se quedaba sin margen de error en un partido en el que se habían cometido demasiados y anotó el equipo salmantino por mediación de Koné. Ahora necesitaba defensa pero su rival no erró. 

Otra vez la misma tesitura y doble oportunidad que se escapó tras un triple errado y otra pérdida por pasos que acabó siendo el resumen de un día en el que la tensión pudo con Avenida.