El alumnado de nuevo ingreso ha aumentado en torno a un seis por ciento en las universidades públicas de Castilla y León (Burgos, León, Salamanca y Valladolid), según los datos provisionales de matriculación facilitados a EFE por estas instituciones académicas para el inminente curso 2023/2024.

El mayor incremento se ha registrado en la Universidad de Salamanca (campus en Salamanca, Ávila, Zamora y Béjar), con 5.535 incorporaciones, un 6,5 por ciento que en el curso precedente, hasta sumar un total de 21.903 matriculados.

Le sigue la Universidad de Valladolid (Campus en Valladolid, Palencia, Segovia y Soria), con 4.720, un cinco por ciento más, sin que esta institución haya facilitado el total de matriculados hasta que las cifras sean definitivas.

En el caso de la Universidad de Burgos (campus en Burgos y próximamente en Miranda de Ebro y previsión en Aranda de Duero) el crecimiento en nuevo ingreso ha sido de 2.931 estudiantes, un 6,5 por ciento más hasta un censo total de 8.230 alumnos.

Entre las novedades del curso está la creación del campus de Miranda de Ebro, el primero fuera de la capital burgalesa, que ofrecerá el Grado en Tecnologías Digitales para la Empresa, cuyas clases arrancarán el 18 de septiembre.

En Burgos también se ha incorporado el nuevo Grado en Psicología, con 135 plazas totalmente ocupadas, y la matrícula de alumnos de títulos propios superará los 221 inscritos el pasado año, pues se recibirán veinte nuevos en el grado en Piloto Comercial de Transporte de Pasajeros y Carga.

Igualmente, la UBU ha destacado el crecimiento continuado del número de estudiantes en los seis grados que oferta en modalidad online, que para el curso 2023/2024 sumarán de 524 alumnos de nuevo ingreso, la cifra más alta para esta modalidad en la historia de la universidad.

En el caso de la Universidad de León (Campus en León y Ponferrada), el total aproximado de 12.000 alumnos incluye los 2.000 nuevos ingresos, cifras similares al pasado curso.

Estas cifran consolidan a la institución pese a que la provincia de León pierde población continuamente y, además, está sufriendo los efectos del envejecimiento, según fuentes académicas.