Ricardo Ortiz lidera el partido Salamanca Valiente, una de las nuevas formaciones que concurrirán a las elecciones municipales del 28 de mayo. Ortiz comenzó el mandato en Cs y lo terminará como concejal no adscrito y como lider de una nueva opción política.

- ¿De dónde surge el proyecto de Salamanca Valiente?

- Estaba en Cs como concejal porque me atraía la política y que se pudieran hacer cosas por el ciudadano. La relación no cuajó y me fui como concejal no adscrito. Abrí un periodo de reflexión, pensando si me iba a mi trabajo y al final decidí que no, que iba a trabajar por Salamanca. Empecé con una asociación, Salamanca Valiente, en septiembre de 2022, con casi 70 personas en la presentación diciendo que había una necesidad y al final decidimos que la única solución era un partido sólo de Salamanca y sólo de ámbito municipal, que es lo que conocemos, e intentarlo. Es una oportunidad y un reto para nosotros.

- ¿Hay sitio en Salamanca para otro partido? ¿Dónde están los votos de Salamanca Valiente?

- A partir del análisis de las elecciones de 2019 y de las autonómicas entendemos que hay un 20-21% de votos que fluctúan y lo hacen en barrios como Huerta Otea, Los Alambres... está bastante localizado dónde hay un caladero de votos, donde la gente puede variar el voto. Fue el 14% de Cs más el 5% de otros partidos que buscan otra cosa. Hay otros barrios claros donde se vota a PP o PSOE. 

- ¿Qué ofrecerán a los electores?

- Nuestra idea es ofrecerles gestión, iniciativa, reflexión, control... Sobre todo gestión, ayudar a gestionar las cosas mejor. Está claro que tenemos muchas infraestructuras, pero hace falta mantenerlas y cuidarlas, hace falta no pensar en grandes proyectos, sino en cortos proyectos y gestionarlos bien. Hay muchísimas cosas que hacer. Por ejemplo, hacemos parque para perros justo al lado de los parques de los niños y quizá habría que separarlos. Hay muchas cosas que requieren pensarlas y gestionarlas. Y hacer las cosas con trasparencia, a tiempo, porque los presupuestos nunca están en fecha. O iniciativas como una residencia de mayores en un barrio sin analizar cuántos mayores hay en otros... Hacemos cosas sin haber reflexionado suficiente. Podemos ayudar a que la gestión sea más cercana y enfocada a lo que es Salamanca. Se puede hacer más.

- Otra cosa es hacer llegar ese mensaje a la gente...

- Trabajamos para transmitirlo. Cada dos fines de semana salimos a los barrios, colocamos nuestras carpas y lanzamos nuestro mensaje de hacer cosas por Salamanca. No dependemos de lo que diga el PP, el PSOE o la Junta ni tenemos que discutir con nadie. Simplemente vamos a hacer cosas por Salamanca y a trabajar y a darle un impulso. 

- ¿Nadie está por encima?

- Nadie, la última palabra está en esta sala, en la sede de Salamanca Valiente, y decidimos lo que creemos que es interesante para nosotros como ciudadanos. No llegamos ni a Santa Marta. Eso da otra perspectiva.

 - ¿Qué le preocupa a la gente que se acerca a ustedes?

- Por ejemplo, en Huerta Otea la gente está contenta porque ha cambiado el barrio, pero hay detalles como perros sueltos, poca vigilancia, poca frecuencia de autobuses... y recoges esas cosas. En San José decían que estaban un poco olvidados, que hay gente mayor de la que cuidar... en El Rollo, que los parques biosaludables tienen problemas... hay muchos detalles. Y sobre todo preguntan qué hacemos y qué aportamos.

- ¿Han notado interés de los vecinos?

- Sí, mucho más del que esperábamos, no sé si por el proyecto, pero sí porque haya algo diferente. Estamos siempre con la misma dinámica y las mismas caras. No se ve que hagan cosas. Y se deberían hacer más rápido. Desde que oímos hablar de un proyecto hasta que llega... el puerto seco va para 20 años y así pudo sacar la lista: porque no hay fondos, porque no interesa... Están en el cajón.

No avanzamos. La web del ayuntamiento, por ejemplo, tendría que haber estado hace tiempo. Hay muchas cosas que se pueden acelerar más. Y la atención al ciudadano, le complicamos mucho la vida, sobre todo cuando es mayor.

- Un ejercicio de 'política ficción'. Si el día después de las elecciones PP y PSOE les necesitan para formar gobierno ¿A quién apoyarían?

- Tal y como lo veo tras cuatro años en el Ayuntamiento, hay equipos buenos en un lado y en el otro. Realmente si cogieras a 4-5 concejales del PP y a 4-5 del PSOE y trabajaran por Salamanca y con objetivos, la ciudad avanzaría a una velocidad de vértigo, pero eso no será posible. Habría que ver el resultado. ¿Que hay posibilidad de cambio? Apoyaremos el cambio, al menos el cambio en personas, en puestos... lo que sea diferente. Si en esa 'política ficción' tenemos 2-3 concejales y nos toca decidir, hay que cambiar la ciudad, equipos, personas... hay que funcionar de otra manera. No podemos volver a cuatro años más de presupuestos tardíos. Harían falta cambios de estructuras en el Ayuntamiento. Sería todo eso lo que habría que valorar.

- El mensaje de cambiar cosas suena a que apoyarían al PSOE... ¿O es muy aventurado decir eso?

- Si tiene votos suficientes y tiene posibilidades, en principio no estamos negados a ninguna opción. Pero si el PP nos necesita y tiene más apoyo, ofrece un cambio de estructura del Ayuntamiento, acelerar todo... estaría claro. No estamos cerrados a ninguna opción. Hay 100 cosas que hacer que a lo mejor no requieren mucho esfuerzo económico y se pueden hacer. Por ejemplo cambiar la cara de las web municipales, que son de hace años. El mensaje es 'hagámoslo más deprisa'. En Salamanca vamos pasito a pasito, seguros, pero demasiado lentos.

- ¿En qué consisten los Encuentros Valientes que organizan en la sede?

- Tienen dos aspectos: darnos a conocer más y recoger más información; y recoger programa electoral. Tenemos ideas y las debatimos con ponentes y ellos nos dicen propuestas. Por ejemplo, en deportes nos han comentado que hay deportistas jóvenes que tienen problemas para conseguir recursos, bicis, una matrícula federativa... y no pueden permitírselo. Quizá podemos ayudarles.

Vamos a hacer charlas de empleo, hostelería, salud pública... y así vamos viendo. Hemos dividido el programa en Salamanca para Vivir, Salamanca para Trabajar y Salamanca para Avanzar.

- ¿Qué hacemos con el empleo? Porque es lo que todo el mundo quiere.

- Vamos a hacer un encuentro con orientadores de gente que busca empleo. Lo primero, tiene que ser empleo de calidad. El Ayuntamiento debe velar porque sea así, que los contratos y convenios sean beneficiosos para las personas que trabajan. Hay mucho que hacer, porque empleo puede haber, pero a veces hay 'empleo y empleos'. Y abrir las puertas a todo tipo de empleos. Ahora mismo estamos apostando por el Puerto Seco y la biotecnología, pero faltan espacios de oficinas para que se instalen servicios de desarrollo, 'call center'... no tenemos ese tipo de espacios en Salamanca. Por ejemplo frente a la policía municipal hay una zona de naves que se puede reconducir y se puede hacer algo con instalaciones. No digo un campus como la USAL, pero se puede hacer, para atraer a esas pequeñas empresas, para atraer personal...

Y la gente que quiera venir a Salamanca y que pueda estar en Madrid, habría que intentar atraer ese tipo de puestos para directivos. Buscan calidad de vida, colegios... y eso lo tiene en Salamanca. Pero necesitamos más frecuencias de tren y más calidad en las comunicaciones.

Por resumir, hemos apostado por, en vez de quedarnos en casa y criticar todo y protestar en los bares, intentado dar nuestra perspectiva y la visión de Salamanca y opinar con la experiencia de tres años y medio en el Ayuntamiento. Eso es un elemento bastante diferenciador. Casi es una carrera universitaria. Es una oportunidad y vamos a intentarlo y a ver si política ficción se convierte en realidad.

- Finalmente y al margen del proyecto Salamanca Valiente ¿Cómo valora lo sucedido con el Peace City World?

- Se veía venir. La gestión del concejal de Turismo es muy especial y tiene muchos riesgos. Me sorprende la repercusión de la gestión. Creo que el alcalde debería romper con Cs y seguir solo hasta el final del mandato, e investigar la gestión de la sociedad de Turismo y que no haya más sorpresas.