Representantes sindicales denuncian que el pasado miércoles se produjo "una pelea multitudinaria en el módulo 6 de Topas" por un ajuste de cuentas "a consecuencia de las deudas contraídas por los internos". Tras el incidente "fueron aislados 14 internos".

Desde el sindicato de prisiones Asociación Profesional de Trabajadores Penitenciarios Tu Abandono me Puede Matar aplauden la "rápida intervención de los funcionarios que acudieron al módulo procedentes de otros dada la gravedad de la situación". Esa actuación "evitó consecuencias mayores, ya que los presos se valieron de sillas, mesas y palos de cepillos afilados a modo de armas" para agredirse entre ellos, hasta el punto de que dos internos tuvieron que ser trasladados al hospital "ya que en la Enfermería de Topas no pudieron atenderlos dada la gravedad de las lesiones al no disponer ni de medios ni de personal suficiente".

"Si el incidente no fue a mayores", abundan, "fue gracias a la profesionalidad y a la mediación de los funcionarios, puesto que de no haber sido así hubiera que haber lamentado alguna desgracia, ya que posteriormente en el cacheo se requisaron objetos punzantes, fabricados por los propios presos con material metálico".

Pocas horas después, durante la noche del viernes, uno de los protagonistas del altercado prendió su celda en el módulo de aislamiento. "Salvó su vida gracias a la profesionalidad y la rápida actuación de los funcionarios que se encontraban trabajando en ese momento", afirman fuentes sindicales.

Internos peligrosos

Con este trasfondo, desde la agrupación explican que "no es la primera vez que se produce un incidente de este tipo en las últimos meses", algo que achacan "en gran medida" al número de "internos peligrosos" recluidos en esos módulos, "con hasta casi 100 internos conviviendo las 24 horas del día".

Ahondando en este punto, y buscando explicaciones, comentan que "este tipo de incidentes, por desgracia, no son aislados, y se deben a la mala clasificación existente, ya que muchos de los internos no están capacitados para vivir en segundo grado, que es el régimen de vida común". La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, acusan, "está primando la progresión desde el primer grado a este tipo de régimen convivencial para maquillar las estadísticas y vender la reinserción como un logro de cara a la sociedad, cuando realmente no es así, como estos hechos y otros muchos atestiguan".

Desde el sindicato creen que "gran parte de estos internos deberían estar clasificados en un régimen más restrictivo, alojados en módulos especiales, puesto que está demostrado que no se adaptan a las normas de convivencia y ante el mínimo problema muestran su extrema agresividad". De hecho, "según las estadísticas, cada día se produce más de una agresión a funcionarios con lesiones en los distintos centros penitenciarios de España, pero la seguridad y la integridad de los funcionarios parece que en Madrid y a Marlaska no les importan demasiado y únicamente les preocupa el hecho de vender un sistema penitenciario ejemplar que tal y como demuestran este tipo de incidentes no es así".

En este sentido, este sindicato denuncia desde hace tiempo "la alarmante falta de personal en Topas, tanto de vigilancia como de médicos". Para una población de unos 900 internos "existen sólo cuatro facultativos y las
labores de vigilancia se ven mermadas por la escasez de funcionarios, a lo que hay que añadir la avanzada edad de los mismos, con una media de edad de 57 años, una de las más altas de toda España". A mayores, y siempre según el sindicato "es habitual que las labores de vigilancia de estos módulos conflictivos, donde conviven cerca de 100 internos multireincidentes, sean desempeñadas únicamente por dos funcionarios".