El 'boom' de residencias de estudiantes que vive Salamanca sigue adelante con nuevos proyectos que incluyen derribo de antiguos edificios y construcción de otros nuevos. En cuestión de dos semanas, el consistorio ha analizado permisos para derribar parte de una construcción que albergará una futura residencia en el barrio de San Vicente y la licencia de construcción de unas de las mayores que se van a levantar.

En el primer caso, se trata del proyecto para una residencia en el barrio de San Vicente, en las calles San Silvestre y San Narciso. Es un proyecto del que TRIBUNA ya dio información y que afecta a un antiguo edificio que, no obstante, carece de protección como tal. No obstante, se encuentra en un lugar de cautela arqueológica, a un paso del cerro de San Vicente, donde suelen aparecer restos. Se trata de un edificio datado en 1948 según el PGOU asentado en una parcela de 1.285 metros cuadrados con varios inmuebles.

La empresa promotora ha pedido licencia de demolición parcial y para el solar ya existe un proyecto de construcción, con diferentes tramitaciones. Sin embargo, y como se ha sabido en una comisión informativa, no se ha procedido a la excavación arqueológica que es obligatoria en la zona. En febrero de 2022 ya se pidió una visita de técnicos en patrimonio e informe a la propiedad para analizar elementos que se pudieran conservar a pesar de que la edificación no está protegida, pero teniendo en cuenta dónde está.

El proyecto lo promueve Salamanca Directoship SL, una sociedad de reciente creación, que ha pedido licencia ambiental para residencia de estudiantes en este edificio entre la calle San Silvestre y la calle Narciso, ya existente y que se usará para este nuevo cometido.

Nuevo edificio

También avanza una de las residencias de nueva construcción más caras previstas en la ciudad. Se trata de una residencia de estudiantes de 240 plazas cuya petición de licencia está a nombre de Interhousing Henry Collet, cuyo socio único es Syllabus Urbania. El edificio ocupará una parcela de 4.106 metros cuadrados situada junto en la calle Juan Maluquer, frente al campo de fútbol 'Neme', en plena zona universitaria y a pocos metros de las facultades de Derecho, Comunicación y Enfermería, entre otras. La inversión total prevista supera los 15 millones de euros y es una de las mayores de la capital.

La residencia tendrá una superficie construida de aproximadamente 7.000 metros cuadrados distribuidos en cuatro plantas sobre rasante y una amplia zona verde interior. Además de las 240 habitaciones equipadas para satisfacer las demandas específicas de los estudiantes, estos dispondrán de varias cocinas de uso común, zonas de estudio distribuidas por las distintas plantas, gimnasio, cine, sala de juegos, espacio de coworking y sala de música. En la planta baja, se ubicarán aparcamientos para coches y bicicletas, así como la recepción, las oficinas y la lavandería, entre otros servicios.