Pero todo esto cambió cuando un adolescente americano crea Facebook con el noble fin de ser popular y ya de paso, si se puede, ligar un poquito… noble fin que lleva moviendo el mundo desde el comienzo de los tiempos. Y ahí todo cambió…. Quizá para siempre. Pasamos de decir que lo que mola de internet es el anonimato a publicar en tiempo real las fotos, comentarios y videos de todo lo que hacemos a cada momento. Nos convertimos en Voyeurs digitales.

Hay gente que piensa que Facebook es el recordatorio de cumpleaños más caro de la historia. Mi opinión es que Facebook es como un establo, como un bar de moda donde todos estamos por la simple razón de que allí están todos los que conocemos (y los que no) y eso mola… digamos que es la máxima expresión del borreguismo pero, eso sí, borreguismo 2.0
Otra cosa genial de Facebook es que a todo el mundo que conoces le va de maravilla. Es como en Españoles por el Mundo. Nunca verás a nadie en ninguno de los dos sitios diciendo: “Me han despedido”, “Tengo un tumor”, “Mi mujer se acuesta con el vecino”…

Somos más de decir “Las vacaciones en Bali me han venido fenomenal!”, “De copas con Paris Hilton” o “Comiendo en el mejor restaurante de Madrid”. Todos tenemos, en mayor o menor medida, dentro de nosotros un afán de ser relevantes, protagonistas e importantes en nuestra vida. Plataformas como Facebook y Twitter permiten que todos nos sintamos importantes y diferentes cuando tenemos muchos amigos o seguidores y podemos retransmitir en directo toda nuestra vida.

¿La parte buena? Habréis notado cómo en los últimos dos años la gente envía menos memeces por mail a los amigos, menos power points, fotos o videos graciosos, ahora lo cuelgan en Facebook lo cual se agradece. ¿Significa esto que las redes sociales no sirven para nada y que son un camelo? No, para nada.
Yo mantengo un contacto directo más o menos fluido con mucha gente interesante que ha pasado por mi vida y que sin Facebook ya sólo serían un recuerdo. También cotilleo perfiles y fotos de mucha gente. Al final es como ver el Hola pero de gente que conoces.

¿Si eres una empresa interesa estar en Facebook? Sin duda. Es más fácil tener a todo el mundo en un único sitio para intentar comunicarles algo que tener que estar anunciándote en 100 webs, 10 periódicos y 3 televisiones. Otro cantar es la efectividad de la publicidad en este medio donde la gente está menos receptiva a los anuncios que en otros soportes publicitarios. Pero eso por sí mismo da para otro post. Como decía un tipo muy interesante que conocí el otro día se consigue más susurrando en el metro de Tokyo que gritando en los monegros. De ahí la importancia de estar en Facebook. La única pega es que corremos el riesgo de entregar el valor de nuestra marca a Facebook y que un día por la mañana, el ya exadolescente fundador de Facebook, decida que las empresas tienen que pagar por acceder a SUS usuarios, porque aunque sean fans de tu marca son usuarios de Facebook, nunca lo olvides.

Facebook, por tanto, sirve para lo que quieras usarlo. Puedes estar jugando a las granjas, diciendo lo maravillosa que es tu vida, comentando las fotos de tus amigos, felicitando el cumpleaños a tu prima o simplemente cotilleando los zapatos que llevó a su boda la ex de tu novio. Es la grandeza y la miseria de Facebook. Pero cuidado: Facebook se cita ya en el 20% de los divorcios de Estados Unidos como una razón para la ruptura.

¿Por qué? Pues porque todos acabábamos contactando con esa parte de nuestras vidas que los años han ido idealizando en nuestras mentes….la novia de cuando teníamos 15 años, nuestros ex, etc… 700 millones de personas a nivel mundial, entre ellos 14 millones de españoles tienen cuenta en Facebook y esto se empieza a parecer a aquella frase típica de nuestras carpetas de instituto que decía: “Come mierda. 700 millones de moscas no pueden estar equivocadas”.

. Javier Castellanos Calabrés .

Twitter: @judicatario