
Padece de "gonalgia aguda", un fuerte dolor debido al deterioro del cartílago y a la artrosis que ya le impidió participar en la procesión del Domingo de Ramos.
El Papa Francisco, de 85 años, que sufre de un dolor agudo en la rodilla, no ha podido postrarse en el suelo de la basílica de San Pedro del Vaticano ante la tumba del apóstol como solía hacer en años pasados.
En cambio, se ha visto cómo el Papa ha permanecido en silencio y cabizbajo delante del altar, para orar durante unos minutos por la Pasión del Señor durante este viernes Santo en que la Iglesia recuerda el drama de la muerte de Cristo en la Cruz.
Los problemas de la "gonalgia aguda", un fuerte dolor debido al deterioro del cartílago y a la artrosis, ya le obligaron el pasado domingo a suspender su participación en la procesión por la plaza de San Pedro con ocasión del Domingo de Ramos. Este viernes Francisco presidirá el Vía Crucis en el Coliseo, uno de los momentos más simbólicos de la Semana Santa en el Vaticano.
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